viernes, 13 de enero de 2017

DIOS NO ES RESENTIDO


Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea, Mr. 14:27.28. Escandalizar significa mostrar disgusto o indignación, real o fingida, por alguna cosa. Lo que dijo Jesús se cumpliría más tarde cuando vinieron los soldados romanos a prenderlo y luego los discípulos huyeron despavoridos por tal suceso, y pensar que Pedro momentos antes dijo que estaría dispuesto a dar su vida por causa de su Maestro y otros discípulos más, pero lamentablemente ninguno cumplió su palabra. Me sorprende la actitud de Jesús  porque sabía que sería “abandonado” y que nadie estaría con Él para poder atravesar la etapa de la pasión; pienso que cualquiera de nosotros se hubiera decepcionado por tal deslealtad y seguro que hasta resentidos hubiéramos quedado, pero Jesús no; Él incluso dijo que después que haya resucitado iría delante de ellos a Galilea. ¡Cuánto amor hay en nuestro Salvador!, no vemos que se queja, no vemos que luego los reprendiera, o que les echara en cara su mala actitud, nada de esto. El corazón de nuestro Salvador está lleno de amor, no hay ni un ápice de rencor mucho menos de odio. Cuando Jesús los encontró en Galilea se alegró de verlos y les dio instrucciones para que ellos continuaran con la labor de evangelización. ¿Crees que Dios vive resentido contigo por tus fallas y errores? ¿Crees que el Señor está molesto contigo porque le fallaste y pecaste y de seguro que no te quiere hablar? No pienses así, Él te ama, Él se preocupa por ti, y sabe que eres débil y sabe que le fallaste, le fallas y seguro le seguirás fallando, pero aun así su amor no cambia, porque Él es el mismo ayer hoy y siempre. En el corazón de nuestro Salvador siempre habrá la disposición de bendecirte, y ayudarte en las cosas que tú requieres sin que tenga que reprocharte nada, lo que no significa que esto sea un licencia para pecar “porque Él es bueno y siempre me perdonará”, no confundamos el pecar y el “practicar el pecado” como un estilo de vida sin deseo de arrepentimiento ni nada. Creo que el que ama a Dios no pecará, se librará de todo aquello que lo contamine y procurará llevar una vida que sea agradable a Él. Y este es el desafío que tenemos todos los creyentes de andar en santidad y ser santos como lo es nuestro Señor. Acércate con confianza, sé que Dios está con los brazos abiertos como el padre recibió al hijo pródigo, te recibirá a ti también y cuando Él lo haga nunca te dejará. Búscalo.

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