viernes, 16 de diciembre de 2016

MEJOR ES HACER SU VOLUNTAD


No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mt. 7:21. En estos tiempos de tanto emocionalismo religioso, de surgimiento de tantos grupos cristianos, de supuestos avivamientos que llevan a la gente a acudir a grandes concentraciones en estadios, coliseos; asimismo el surgimiento de inmensas construcciones de templos con capacidad para miles de personas. Hoy se habla de mega iglesias y se piensa que el cristianismo está avanzando en forma galopante porque es algo profético. Jesús dijo que “… será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”, Mt. 24:14. Y es cierto, no se puede negar que ahora más que antes hay un despertar en escuchar la palabra de Dios; como nunca el evangelio está penetrando en todos los estratos sociales. La gente tiene interés de conocer a Dios, aunque lamentablemente muchas sectas lo dan a conocer de forma equivocada. En esta era pos moderna el hombre no necesariamente anda en busca de respuestas racionales, está más abierto a la influencia del mundo espiritual y sobrenatural. Y claro, estas son oportunidades para seguir anunciando el evangelio de Jesucristo y para dar a conocer al Dios verdadero. Sin embargo, existe otro problema, a veces muchos se quedan en conocer a Dios y nada más; si hemos leído atentamente  el texto Jesús dijo: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”, esto significa que el conocimiento verdadero de Dios no consiste sólo en acudir a las grandes concentraciones de estadios, auditorios, ni ser parte de una mega iglesia, consiste principalmente en “hacer su voluntad”. Y aquí es donde hay falencias en la vida de muchos creyentes, ¿servirá de algo que grites a los cuatro vientos que eres creyente si no haces su voluntad? No lo creo, es importante que estemos seguros de hacerla, de obedecer sus mandatos, de sujetarnos a la doctrina de Cristo y de ser fieles hasta la muerte. Que mantengas tu comunión con Él, aunque veas que todo sale mal, aunque parezca que estás abandonado,  probado y afligido y demás circunstancias adversas; y aun con todo esto tú sigas siendo fiel a Él y te goces en su Presencia. El Señor le dice a la iglesia de Esmirna: No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”, Ap. 2:8. Es fácil ser cristiano en un concierto, en un auditorio donde todo el mundo grita y se tira al suelo y se deleita de la adrenalina del momento, pero ¿qué de mostrar tu firmeza cuando las papas queman? ¿Qué de hacer su voluntad aunque probablemente no te agrade? El verdadero siervo de Dios estará donde Él le ha puesto y le servirá y estará dispuesto a dar su vida por Él. ¿Me pregunto si esa generación de hombres valientes y mártires existen ahora? Espero que sí,  por eso debemos preocuparnos por ser hacedores de su voluntad porque los que no la hagan como dice la Escritura “no entrarán en el reino de los cielos”. El verdadero creyente convertido entiende este lenguaje y estará dispuesto a acatar su voluntad, y si tú lo eres no tendrás ningún inconveniente en aceptarla; una voluntad que como dice el apóstol Pablo “es agradable y perfecta”, Ro. 12:2. Búscalo.



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LA ESTRATEGIA DE DIOS