Si el hombre no conoce al Dios verdadero entonces su ciencia, filosofía y sus razonamientos podrán hacer disquisiciones profundas sobre la existencia del hombre, pero sin arribar nunca al verdadero sentido que Dios le dio a su existencia sobre la tierra. En otras palabras el hombre se encontrará siempre en un verdadero laberinto y nunca podrá encontrar la razón de su ser sobre este mundo. La verdad no es una idea o un concepto abstracto, la verdad es una persona y se revela a través de nuestro Señor Jesucristo, sólo Él le puede dar verdadero sentido a tu existencia sobre este mundo. Y Él se da a conocer por medio del Evangelio, sus palabras nos conducen a la vida eterna. De otro modo siempre andarás buscando la verdad y arribarás a puertos inseguros, distantes, lúgubres y oscuros que te engañarán y te harán creer falsas verdades que finalmente te llevarán a tu propia destrucción. Si deseas conocer la verdad acércate a Cristo porque no hay otra forma de conocerla y de ser salvo.
"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos", Hch. 4:12.
Si el hombre no conoce al Dios verdadero entonces su ciencia, filosofía y sus razonamientos podrán hacer disquisiciones profundas sobre la existencia del hombre, pero sin arribar nunca al verdadero sentido que Dios le dio a su existencia sobre la tierra. En otras palabras el hombre se encontrará siempre en un verdadero laberinto y nunca podrá encontrar la razón de su ser sobre este mundo. La verdad no es una idea o un concepto abstracto, la verdad es una persona y se revela a través de nuestro Señor Jesucristo, sólo Él le puede dar verdadero sentido a tu existencia sobre este mundo. Y Él se da a conocer por medio del Evangelio, sus palabras nos conducen a la vida eterna. De otro modo siempre andarás buscando la verdad y arribarás a puertos inseguros, distantes, lúgubres y oscuros que te engañarán y te harán creer falsas verdades que finalmente te llevarán a tu propia destrucción. Si deseas conocer la verdad acércate a Cristo porque no hay otra forma de conocerla y de ser salvo.
"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos", Hch. 4:12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario