“….y
bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí”, Mt. 11:6. El Señor desea
entrar en el corazón de todos los hombres, y la experiencia de alguien que ha
vuelto a nacer no sólo es cuando Cristo lo hace una nueva criatura, sino que
procura llevar una vida de obediencia y sumisión a su palabra. Ahora es
importante entender que estar con Cristo significa hacer su voluntad no irnos
en contra de ella. Lamentablemente hoy existen miles o millones que profesan la
fe cristiana y gritan a los cuatro vientos que son hijos de Dios, renacidos por
la sangre de Cristo, pero con sus hechos niegan lo que con sus labios dicen.
Dice el Señor: …”Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus
labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más
que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado”, Is. 29:13, algo que seguro
ve Dios también en nuestros tiempos: creyentes que no se sujetan a su voluntad
aunque se auto engañan creyendo que están andando a favor de ella y que Dios
los tiene bajo su cobertura. Nuestro Señor Jesucristo dijo: “El que no es
conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama”, Mt. 12:30,
dando a entender que si no estás haciendo lo que Él te dice es porque estás
contra Él. Todos podemos experimentar el perdón de Dios, todos deseamos estar
bajo su gracia, y esto no significa sólo desear y seguir con el estilo de vida
del mundo. Es fácil ser creyente así, comiendo la mesa de Dios y a la vez con
la mesa de los demonios (1 Co. 10:21), esto es algo que a Dios no le agrada. Debes
hermano ser fiel al Señor, Cristo no tiene por qué ser un tropiezo para ti, lo
será si estás en contra de Él, si vas en contra de su voluntad. Creo que el
enemigo de nuestras almas es tan astuto que puede hacernos creer que cuando estamos
contra de Dios, él te puede hacer creer que andas bien, y que Dios refrenda
todo lo que haces, engañándote y engañando a muchos. Y si el pecado enceguece,
pues el diablo también lo hace para que vivas en una falsa espiritualidad y no
sepas realmente dónde estás parado. Me temo que muchos creyentes pueden creer
que van al cielo cuando sucede lo contrario, y precisamente por ese auto engaño
en que el enemigo los tiene sumidos es que tampoco se preocupan en
perfeccionarse, y lo que es peor se meten en la vida de otros para juzgarlos,
mirando la paja en el ojo ajeno si ver la tremenda vida que tienen en el suyo
propio. Es menester que cada día examinemos nuestras vidas y tengamos la
actitud del salmista que dijo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si
hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”, Sal. 139:23-24.
No es malo hacerlo, al contrario te hará mucho bien saber cómo estás
verdaderamente y si hay algo malo en tu vida arrepiéntete y cambia de actitud y
empieza a ponerte a favor de Jesús y no en su contra para que Él no sea de “tropiezo”
para ti. Hagamos caso a lo que dice Pablo: “Examinaos a vosotros mismos si
estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros
mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?”, 2 Co.
13:5. Nadie desea ser reprobado, que Dios
no lo permita tampoco en tu vida, seamos sinceros cada día con Él, y
examinemos nuestras vidas siempre a la luz de su palabra. Búscalo.
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