miércoles, 21 de diciembre de 2016

NO TE RINDAS FÁCILMENTE


Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará, Is. 35:4. ¿Te sientes temeroso? ¿Te sientes sin fuerzas para avanzar? Bien es probable que experimentes algo de esto en tu vida espiritual, lo que no significa que no tengas a Dios. Sí, hay quienes luchan por avanzar y suelen desanimarse con facilidad y desean dar marcha atrás. El profeta Isaías sabía que había de esto en su pueblo, claro que en ese tiempo existía también la apostasía: los creyentes veían cómo muchos en su nación estaban abandonando su fe y se sumían en el escepticismo o en la idolatría pagana. Esto desalentaba a los que creían en Dios y seguramente también se sentían impelidos a dejar de creer. Sabes, en la actualidad el mal ejemplo de algunos creyentes, lo que llamamos “el mal testimonio” hace que otros se desanimen de ir a la iglesia, y se vuelven débiles, o la abandonan totalmente para rendirse otra vez a la influencia del mundo porque alguien fue de tropiezo para ellos. El apóstol Pablo dice: “… sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”, Ro. 14:13, esto implica que como creyente no debo hacer que ningún hermano se desanime de creer en Dios por alguna falta mía, por el contrario, si veo a alguien así, como dice Isaías “de corazón apocado”, pues debo alentarlo, decirle que se esfuerce, que busque los recursos del cielo y no se amilane. Es cierto, también los creyentes al ver la maldad del mundo, la crueldad de la gente, la injusticia y la corrupción que parece que avanzan en forma galopante sin que nadie haga nada al respecto, se desaniman y cuestionan sobre Dios y se preguntan: ¿Dónde está Dios? ¿Por qué no soluciona estos problemas? Y muchas preguntas más; si ves todo esto y sientes que te desanimas a seguir con Dios ten conciencia que el Señor te llama a fortalecerte en Él, en el poder de su fuerza. Dios te puede ayudar a librarte del temor enseñándote a amar, dice la biblia: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”, 1 Jn. 4:18; y si Dios te enseña a amar no creo que tengas que temer al mal porque Dios te enseñará a ver las cosas desde la perspectiva suya, pues Él ama al mundo y lo soporta. El amor a Dios y al prójimo te llevará a una actitud de compasión y comprensión de la naturaleza humana caída y entender que la gente que procede haciendo el mal es porque no conoce al Dios verdadero. Si tú lo conoces entonces sabes que Él mismo se encargará de dar retribución a los hombres pecadores, y no te desalentarías fácilmente, porque la justicia divina se encargará de hacer que el justo prevalezca por encima del injusto. Dios hizo la promesa de que nos salvará, y dio a su Hijo Jesucristo para hacerlo, debes creer en Él y recibirlo en tu corazón para ser salvo; Él te dará los recursos del cielo para poder siempre hallar en las fuentes divinas el aliento y la fortaleza que tu corazón requiere, porque Él así lo prometió. Así que ánimo, hay un fin de bendición para aquél que cree. Búscalo.

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