domingo, 18 de diciembre de 2016

PREPÁRATE Y NO IMPROVISES


Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. Mt. 10:19-20. Este texto ha sido mal empleado, pues muchos dicen que no es necesario estudiar la biblia, ni preparar sermones porque al final el Espíritu Santo se encargará de poner las palabras en la boca del predicador. Bueno este razonamiento puede muy bien alentar a la ociosidad y a no preocuparse para preparar mensajes o sermones que nos pueden llevar a invertir tiempo de estudio bíblico. Es verdad, hay quienes se han escudado en este pasaje cuando están demasiado ocupados para no darse tiempo de encerrarse en su casa u oficina y dedicar horas al estudio y análisis de la palabra de Dios. No niego que a veces el Espíritu Santo puede usarte sin necesidad de que hayas preparado nada, pero las excepciones no hacen la regla general. Pienso que los que estudian la biblia “…tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”, He. 5:14, y claro saben aparte de eso pasajes bíblicos que pueden hasta recitarlos de memoria, lo cual no es tampoco una excusa para no prepararse. Pienso que la desidia que mueve a muchos a pensar que es el Espíritu quien los impulsa a hablar lo que se les ocurre en el momento es lo que personalmente llamaría una “santa improvisación”, y creo que Dios no es un improvisado. Él nos da claros ejemplos de que las cosas que hace las programa con tiempo. Incluso el acto mismo de habernos elegido con anticipación es prueba de que no improvisa nada, sino que todo obedece a un diseño bien pensado por parte de Él. Dice el Señor: “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”, Is. 43:7. Siendo así entonces comprendo que mi participación en este mundo obedece a un plan que Dios tiene para mí en este mundo, como también dice Pablo en Efesios: “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, Ef. 1:11. Él tiene un propósito para ti, y ya ha diseñado lo que harás en tu estancia aquí en la tierra, y si es así, ¿debo confiar a la improvisación lo que he de decir creyendo que el Espíritu me usará para decir no sé qué cosas? Creo que si deseas comunicar algo que realmente valga la pena de la palabra de Dios debes primeramente saber qué cosa es, el Señor dice: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”, Am 3:7., creo que antes de decir algo a alguien debes saber primeramente tú qué cosa es, y esto me parece razonable. Algunos pueden hablar sandeces y luego excusarse diciendo: “El Espíritu me dijo que lo dijera”, tal vez el Espíritu se sienta contristado porque hablas cosas que Él no dice mientras tú te solazas de haber sido usado poderosamente por Él. Es mejor prepararse, obviamente en oración y en un estudio concienzudo de su palabra y te aseguro que lo que compartas te edificará a ti mismo y a los demás. Búscalo.

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LA ESTRATEGIA DE DIOS