sábado, 19 de noviembre de 2016

NOS AMA DE PURA GRACIA


Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. Os. 14:4. ¿Qué podría mostrar Dios hacia aquel que es infiel? ¿Qué reacción tendría nuestro Creador con aquél que desestima su palabra y no le quiere obedecer? Podríamos pensar que nos pagará con la misma moneda, es probable que se ensañe contra el rebelde y lo castigue. Es verdad, las Escrituras nos demuestran que muchas veces Dios actuó así contra aquellos que le dieron la espalda y lo desobedecieron. Se nos ha enseñado que Dios es duro, riguroso, castigador, que sanciona las faltas y esto nos crea miedo, pavor. Hay quienes creen que es difícil acercarse a un Dios así, que siempre fiscaliza y te sacará todos los defectos que tienes. Sabes, vivimos en el tiempo de la gracia, cuando Cristo vino a este mundo nos hubiera mostrado ese lado duro e intransigente del Creador; Él hubiera venido a este mundo simplemente para destruirlo, y con todo el derecho que le asistía, porque la “paga del pecado es muerte”, y eso es lo que realmente merecíamos. Sin embargo, Cristo vino a este mundo a morir por ti y por mí en la cruz, vino a decirnos que nos ama, que está dispuesto a perdonarnos si nos arrepentimos. Que quiere darnos la oportunidad de conocerlo y entrar en una relación personal con Él; y quiere que conozcamos que sus promesas no son para destrucción sino para bendición. Jesús dijo: “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10). Entonces debes cambiar tu concepto sobre Él, porque está dispuesto a “sanar tu rebelión y a amarte de pura gracia”. Vivimos en el tiempo de la gracia, es cuando puedes acercarte con confianza a Él, te recibirá con los brazos abiertos y estará deseoso de que tú seas su hijo. Él aparta su ira de aquellos que son justificados por medio de Cristo y como dice el apóstol Pablo: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”, Ro. 8:1. Siendo esto una realidad y promesa de Dios ¿por qué vivir alejado de Él, si ya no existe el temor de un Dios airado, sino por el contrario, es un Dios de amor que está dispuesto a perdonarte no interesa la magnitud de tu pecado si estás dispuesto a arrepentirte? Es tiempo de que conozcas a ese Dios que se manifestó a través de su Hijo Jesucristo, y hazlo ahora. Búscalo.

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Saldrá bien en todo