domingo, 20 de noviembre de 2016

SIN HUMILLACIÓN NO HAY AVIVAMIENTO


Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios? Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo. Joel 2:17-18. Un verdadero avivamiento no viene con grandes espectáculos, conciertos musicales, de milagros ni de sanidades. Nada puede reemplazar al quebranto, a la humillación que nace de un corazón verdaderamente arrepentido. A veces creemos que nuestras iglesias crecen con fabulosos shows, y maratónicas de fe que en muchos casos no expresan la realidad espiritual, es más no sabemos si realmente Dios está actuando, o es simplemente un obrar humano. Dios no necesita de artificios, Él espera que los sacerdotes, ministros de Dios y su iglesia entera se humille, se quebrante de corazón para que pueda intervenir poderosamente, porque sólo así Dios actuará "solícito por su tierra, y perdonará a su pueblo". Los países que se jactan de un alto porcentaje de población creyente también tienen un índice similar de violencia y criminalidad, en nuestro país, por ejemplo, hablamos de un 20% de población evangélica y para muchos es un orgullo, pero somos el segundo país en latino américa con un alto índice de violencia contra la mujer. Y habría que preguntarse, ¿dónde está la iglesia, y dónde el avivamiento? Estamos equivocando el camino, tal vez estamos haciendo las cosas por Dios, cuando no le dejamos a Él hacer las cosas por nosotros. Recuerda, la mejor forma de obrar de Dios es cuando te humillas y buscas su rostro en actitud de arrepentimiento y cambio, y Dios quiera que la iglesia siga siendo sensible a esto. Búscalo.

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LA QUEJA NO LE AGRADA A DIOS