NO HAGAS QUE DIOS SE APARTE DE TI (1 Sm. 16:14-23)

INTRODUCCION.- Al empezar el presente año una de las cosas que debemos pedirle a Dios es que no se aparte de nosotros. En realidad Él nunca lo hace, somos nosotros los que lo hacemos, pero debemos pedirle que nos ayude cada día a mantenernos en comunión con Él, y que su presencia nos dé ánimo y aliento en medio de los problemas y dificultades que enfrentemos.

1. Cuando alguien se aleja de Dios y apaga al Espíritu empieza a ser infiel y desobediente. Este es el caso de Saúl, pues Dios ya no estaba con él, vs. 14: El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.

2. El testimonio del creyente infiel decae, y empiezan a mostrarse actitudes que desdicen de un verdadero hijo de Dios. La gente notaba que un espíritu malo “atormentaba a Saúl”, vs. 15: Y los criados de Saúl le dijeron: He aquí ahora, un espíritu malo de parte de Dios te atormenta.

3. El único que puede ayudar al que está atormentado o poseído, pues es un hijo de Dios, uno que está en plena comunión con Él. Sólo David tocando su arpa podía ayudar a Saúl, vs. 16: Diga, pues, nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio.

4. Ahora el que descubre su necesidad espiritual buscará ayuda. Saúl reconoció su necesidad de ser librado de su tormento y requirió de la ayuda de David, vs. 17: Y Saúl respondió a sus criados: Buscadme, pues, ahora alguno que toque bien, y traédmelo.

5. El hijo de Dios consagrado tiene algunas cualidades importantes, y éstas también se destacaban en la vida de David, vs. 18: Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él.

·        Sabe tocar: Habla de su profunda devoción y vida de adoración a Dios.

·        Valiente y vigoroso: Enfrenta los problemas y dificultades con hidalguía sin retroceder, confiando en Dios.

·        Hombre de guerra: El creyente sabe que tiene una lucha encarnizada contra los enemigos de Dios. En nuestro caso nuestra lucha es contra el diablo y sus huestes de maldad.

·        Hombre prudente en sus palabras: El creyente sabio cuida su lengua. Expresa sus ideas con cuidado. Esto no significa que tenga que callar cuando deba decir la verdad, aun cuando ésta no sea bien aceptada.

·        Hermoso: Si bien es cierto la hermosura física para Dios es secundaria, aparte que David  la tenía, pues tenía un corazón que agradaba a Dios.

·        Jehová está con él: Dios siempre está con el que le ama, le aprecia, le obedece y respeta su voluntad.

6. No interesa la condición social o económica del que teme a Dios, será usado para su gloria. El pastor de ovejas David fue requerido por el rey de Israel, Saúl, vs. 19: Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas.

7. El creyente saber honrar a los que están en eminencia aun cuando pueden estar equivocados, después de todo Dios se encarga de juzgar a los que están en autoridad por sus errores y faltas. El padre de David envía un presente al rey, vs. 20: Y tomó Isaí un asno cargado de pan, una vasija de vino y un cabrito, y lo envió a Saúl por medio de David su hijo.

8. Dios nos hace caer en gracia delante de los hombres cuando somos fieles a Él. El Señor nos abre puerta para ganarnos el favor de los reyes y príncipes, vs. 21-22: Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su paje de armas. Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo, pues ha hallado gracia en mis ojos.

9. Siempre se impone la autoridad de Dios en la vida del creyente sobre aquél que está alejado. El poder de Dios está por encima del poder de las tinieblas. La música celestial de David aquietaba el espíritu atormentado de Saúl. Lo triste de todo esto es que no se ve luego un arrepentimiento sincero de parte del rey  a pesar de sus tormentos y la ayuda por parte de Dios, vs. 23: Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.