Un día está compuesto por la mañana y la noche, la luz y las tinieblas. La vida tiene lo mismo,
la luz que representa la bondad, la alegría, la prosperidad y la noche que representa la inseguridad, la
ansiedad, los problemas, las dificultades. No es que Dios nos haya querido
enseñar esto, pero solemos relacionarlo con los acontecimientos buenos y malos de
la vida. Y es verdad, todo eso es parte de nuestra existencia, hay días donde
experimentarás que la vida te sonríe que todo marcha bien y también hay
momentos que verás todo lo contrario. Pero Dios no hizo al hombre para que
conozca el infortunio, sino que el pecado lo condicionó a eso, Dios nos creó
para que experimentemos la bendición en todo sentido: trabajo, salud, familia y
sobre todo disfrutemos la vida eterna a su lado. Todo esto es posible solamente
con Cristo Jesús, acéptalo en tu corazón y como dice la biblia: “…Él nos guiará
aun más allá de la muerte”, (Sal. 48:13).
jueves, 21 de enero de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Los santos hombres de Dios no están enclaustrados en monasterios, lejos del contacto de la gente. Están en las calles, están viendo las n...
-
Este miércoles 20 de noviembre, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que ...
-
La congregación evangélica Oasis, en Costa Rica, inaugurará este próximo domingo el auditorio bajo techo más grande del país, con...
No hay comentarios:
Publicar un comentario