Jesús
enseñó en Mateo 10:36: "Y los enemigos del hombre serán los de su
propia casa". Esta frase forma parte de un discurso más amplio en
el que el Maestro está instruyendo a sus discípulos sobre los desafíos que
enfrentarán al predicar el Evangelio.
La
declaración de Jesús sobre los enemigos en el hogar refleja la realidad de que,
en algunos casos, la fe en Cristo puede dividir incluso a las familias. En un
contexto cultural donde la lealtad familiar era muy importante, seguir a Jesús
podía significar un conflicto con los miembros de la propia familia que no
compartían esa fe.
Esta
enseñanza de Jesús es una advertencia sobre los posibles desafíos y
persecuciones que enfrentarán los seguidores de Cristo, incluso dentro de su
propia familia. A lo largo de la historia, ha habido numerosos casos en los que
las personas han enfrentado oposición, rechazo o incluso hostilidad por parte
de sus seres queridos debido a su fe en Jesús.
El
creyente no se crea enemigos, pero por causa el Evangelio, el que no cree en
Dios será quien genere la enemistad, pero Dios nos llama a amarlos a pesar de
que puedan ser oposición. Si algún miembro de tu familia no está de acuerdo con
tus creencias ¿cómo debes reaccionar?, pues debes seguir amándolo y orar por él
para que Dios pueda abrir su mente y corazón y el Evangelio de Cristo pueda
iluminarlo a fin de que conozca a Cristo y pueda salvar su alma. Nosotros los
creyentes no estamos llamados a cambiar la vida de nadie, porque es la obra del
Espíritu Santo. Aun si el no creyente que, puede ser un familiar, sigue en
constante oposición, el discípulo de Jesús debe hacer uso siempre de la mejor
arma que dispone, la oración.
A
veces no es fácil vivir una situación así, pero como dijimos es un desafío que
el creyente asume y debe perseverar hasta ver la mano de Dios obrando en la
vida del familiar por quien se ora.
En
resumen, esta declaración de Jesús destaca la importancia de estar preparados
para enfrentar la oposición, incluso de aquellos más cercanos a nosotros,
cuando seguimos el camino de la fe.
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