lunes, 11 de marzo de 2024

LA SOCIEDAD IRÁ DE MAL EN PEOR

 



El carácter de los hombres empeorando con el tiempo es un tema que se aborda en varios pasajes bíblicos. Uno de los más conocidos es 2 Timoteo 3:1-5, donde el apóstol Pablo advierte a Timoteo sobre los tiempos difíciles que vendrán: "También debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,  sin afecto natural, implacables, calumniadores, incontinentes, crueles, aborrecedores de lo bueno,  traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,  que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita."

Este pasaje describe cómo en los últimos tiempos, la sociedad se caracterizará por una creciente falta de moralidad y una decadencia en los valores humanos. Los hombres se volverán más egocéntricos, desobedientes, egoístas y sin amor hacia los demás. La búsqueda del placer y la satisfacción personal prevalecerá sobre el amor y la obediencia a Dios.

Esta descripción revela la tendencia humana hacia el pecado y la rebelión contra Dios, que se intensificará a medida que el tiempo avance. Es importante destacar que este no es un juicio generalizado sobre toda la humanidad, sino una advertencia sobre las tendencias predominantes en la sociedad en los últimos días.

La sociedad sin Dios puede hacer esfuerzos denodados por evitar que la maldad avance, sin embargo, el hecho de que en algunos lugares pueda ser controlada no evitará que la profecía de Pablo se cumpla, porque estamos llegando precisamente al final de los tiempos. Y una característica particular de los tiempos finales es la aparición del Anticristo, un personaje que viene del mismo infierno para destruir a la humanidad, sobre todo a aquellos que no quieren recibir la marca de la bestia, conocido como el número 666.

Es importante entonces que la iglesia siga en su misión de evangelización procurando salvar al mayor número de personas a fin de que puedan ir al cielo y no sean víctimas del engaño del enemigo que ya está operando en la mente y el corazón de la sociedad generando el ateísmo y toda suerte de ideologías nefastas y deshumanizantes que intentan alejar al hombre de Dios y perderlo eternamente y para siempre.

En resumen, el carácter de los hombres irá de mal en peor debido a la inclinación pecaminosa inherente a la naturaleza humana y a la influencia del pecado en el mundo. Sin embargo, la fe en Cristo y el seguimiento de sus enseñanzas pueden ayudar a contrarrestar estas tendencias y vivir una vida de rectitud y amor hacia los demás.

 

 

 

 

 

 

 

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