Escúchenme,
ustedes que conocen lo que es recto; pueblo que lleva mi ley en su corazón: No
teman el reproche de los hombres, ni se desalienten por sus insultos, porque la
polilla se los comerá como ropa y el gusano los devorará como lana. Is. 51:7-8.
Es
verdad, en un mundo cambiante como el nuestro, que cada día denosta la Palabra
de Dios. En un mundo en donde las ideologías de diversa índole están lanzando
principalmente su artillería contra Dios y sus principios. En un mundo donde el
hombre quiere emanciparse del Creador y vivir a su manera porque considera que
su ley es anacrónica, no válida para estos tiempos. En un mundo en donde vemos
que a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo, entonces es cuando los creyentes
tenemos que hacer caso a lo que nos dice el Señor, porque Él considera que nosotros
amamos su ley y hacemos lo que le agrada, lo recto, y si hacemos lo que le
agrada a Él, pues siempre encontraremos a personas que no les gustará nuestro
estilo de vida, pues bien, debemos seguir siendo fieles y temerosos de Dios.
No
temas el reproche ni los insultos de los que no creen, tampoco te desalientes,
sigue firme confiando en tu Señor porque Él mismo se encargará de sancionar a
los pecadores. Él mismo se encargará de darle su merecido a los que menosprecian
su palabra. El Señor dice que a ellos “la polilla se los comerá como ropa, y el
gusano los devorará como lana”.
Y
es claro que nuestro interés no es amedrentar a nadie, pero el que se mete con
la iglesia del Señor se mete con la niña de sus ojos, y Dios sacará cara por
ella. No esperamos que los hombres nos hagan justicia, el que se encargará de
vindicar a su iglesia y de sacar a la luz la verdad es el Señor mismo. Así que
hermano sigue firme en tu fe y no te desalientes.
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