Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré. Is. 46:4.
En una sociedad como la nuestra donde las competencias son atroces, donde existe el clima de inseguridad que campea por todas partes, pues la gente vive temerosa de que algo malo le pueda suceder, y lamentablemente así sucede. No sólo esto, también está la crisis económica por la que atraviesan varios países y que está llevando a un éxodo masivo de personas que abandonan sus ciudades y sus países para ir a buscar un lugar donde puedan conseguir un mejor status del que tienen. Por si fuera poco, el clima de guerra que se avizora y que tristemente está aniquilando a mucha gente, nos lleva a pensar, ¿en qué terminará todo esto?
Esta maravillosa promesa la da el Señor a los que aún confían en Él. ¿Temes quedarte solo y desamparado? ¿Tienes el temor de llegar a viejo y sin nadie a tu lado para que te ayude o te asista en esos años difíciles de los cuales no tengas contentamiento? Pues bien, el Señor dice que cuando peines canas te sostendrá. Si Dios te formó, y lo hizo con toda la humanidad pues cuidará de ti, te sostendrá y te librará del mal. Así que debes aprender a confiar en Él, debes aprender a depender de Él en todo. No esperes llegar a viejo para que lo puedas comprobar, sino que desde ahora mismo puedes verificarlo, si realmente crees entonces verás su mano poderosa sosteniéndote. No lo dudes, el enemigo de nuestras almas quiere precisamente eso, que tú dudes y vivas en la inseguridad, no le hagas caso y hazle caso al Señor. El Señor dice: “Lo que he dicho, haré que se cumpla; lo que he planeado, lo realizaré” (Is. 46:11b). Si Dios lo prometió, pues lo hará, es cuestión de que creas y así sucederá.
En una sociedad como la nuestra donde las competencias son atroces, donde existe el clima de inseguridad que campea por todas partes, pues la gente vive temerosa de que algo malo le pueda suceder, y lamentablemente así sucede. No sólo esto, también está la crisis económica por la que atraviesan varios países y que está llevando a un éxodo masivo de personas que abandonan sus ciudades y sus países para ir a buscar un lugar donde puedan conseguir un mejor status del que tienen. Por si fuera poco, el clima de guerra que se avizora y que tristemente está aniquilando a mucha gente, nos lleva a pensar, ¿en qué terminará todo esto?
Esta maravillosa promesa la da el Señor a los que aún confían en Él. ¿Temes quedarte solo y desamparado? ¿Tienes el temor de llegar a viejo y sin nadie a tu lado para que te ayude o te asista en esos años difíciles de los cuales no tengas contentamiento? Pues bien, el Señor dice que cuando peines canas te sostendrá. Si Dios te formó, y lo hizo con toda la humanidad pues cuidará de ti, te sostendrá y te librará del mal. Así que debes aprender a confiar en Él, debes aprender a depender de Él en todo. No esperes llegar a viejo para que lo puedas comprobar, sino que desde ahora mismo puedes verificarlo, si realmente crees entonces verás su mano poderosa sosteniéndote. No lo dudes, el enemigo de nuestras almas quiere precisamente eso, que tú dudes y vivas en la inseguridad, no le hagas caso y hazle caso al Señor. El Señor dice: “Lo que he dicho, haré que se cumpla; lo que he planeado, lo realizaré” (Is. 46:11b). Si Dios lo prometió, pues lo hará, es cuestión de que creas y así sucederá.
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