Entonces acamparé alrededor de mi casa como un guarda, para que ninguno vaya ni venga, y no pasará más sobre ellos el opresor; porque ahora miraré con mis ojos. Zacarías 9:8. Tenemos la promesa de Dios de ser nuestro guardador, nuestro pronto auxilio en la tribulación. Está siempre con su pueblo y no permitirá que el opresor se acerque a él. ¿Qué cosas pueden oprimir tu vida?: Deudas, problemas espirituales, depresión, tentaciones, conflictos familiares o aun el mismo enemigo pueden estar afectándote, robándote la paz, y sumiéndote en la desesperanza. Sin embargo, su promesa sigue en pie y debes creer que "no pasará más sobre ti el opresor". Sabes, la vida cristiana es una experiencia de fe, si tú le crees a Dios Él obrará en tu favor, si no pues no verás nada. Él dice "ahora miraré con mis ojos", está mirando cómo reaccionas en determinadas circunstancias que ponen a prueba tu fe, y sobre todo Él observa en quién te apoyas. No debes dudar sino confiar plenamente en Él; si te ha garantizado guardarte así lo hará. Búscalo.
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