EL IMPREDECIBLE TRUMP

El triunfo de Donald Trump ha producido diversas reacciones. Algunos creen que por la falta de experiencia política será un desastre, otros creen que será bueno. Ahora el éxito que tiene en sus empresas no necesariamente significa que lo tendrá igualmente para gobernar. Esperemos que lo haga bien, que tenga la prudencia y la sabiduría que se requieren de un buen líder. Que deje de ser ofensivo como lo ha sido con los mexicanos y los latinos; aún su animadversión hacia los musulmanes es preocupante, y aunque ha manifestado su disconformidad contra el aborto y la ideología de género tópicos en los que los católicos y los protestantes están de acuerdo pues su personalidad como líder es impredecible. Una gran nación como es el país del norte, requiere de una gran líder, pero sobre todo que tenga sensatez, cordura, paciencia, sabiduría, sagacidad, inteligencia y le añadiría algo más que lamentablemente muchos de ellos adolecen: temor de Dios. Se requiere de un hombre que tema a Dios y respete su palabra, que no se deje arrastrar por la ética de situación de su entorno, sino que dirija su vida con los absolutos de Dios. Estados Unidos basó su Constitución en principios bíblicos, pero sus líderes no los respetan y no sabemos si Trump los tomará en cuenta o no . Sólo sé que "sin profecía el pueblo se desenfrena" (Pr. 29:18), y sin líderes que respeten a Dios y su palabra la maldad y la corrupción seguirán su curso normal. No nos queda otra cosa sino que orar por el nuevo presidente y que Dios bendiga a aquella gran nación, al Perú y al mundo entero. "Y Él es el que muda los tiempos y las oportunidades: quita reyes, y pone reyes: da la sabiduría á los sabios, y la ciencia a los entendidos:Él revela lo profundo y lo escondido: conoce lo que está en tinieblas, y la luz mora con Él. Dn. 2:21-22.