INTRODUCCION: Comunicación es la
transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.
I. NOS
COMUNICAMOS DE DIFERENTES FORMAS:
Con palabras: Es la manera usual en que
comunicamos nuestro parecer sobre algo y esperamos que se nos entienda, Jn.
8:43: ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
1.
Con gestos: El gesto es un movimiento del
rostro o de las manos con que se expresa algo. Mt. 19:22-23: Oyendo el joven
esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús
dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en
el reino de los cielos.
2.
Con
acciones: Ejercicio de la facultad de hacer o realizar alguna cosa que tiene un
ser. Lo que se hace o se realiza. Sal. 36:1: La iniquidad del impío me dice al
corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
II.
FORMAS DE COMUNICARSE:
La comunicación implica:
1.
El saber oír: Si queremos entender a nuestro
cónyuge debemos prestar atención a lo que nos dice, Stgo. 1:19: Por esto, mis amados
hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para
airarse.
2.
El respetar ideas: Hay que saber apreciar las
opiniones y no creernos dueños de la verdad. El que subestima las ideas de los
demás y considera las suyas propias es un soberbio. Pr. 14:3: En la boca del necio está la vara de la
soberbia; mas los labios de los sabios los guardarán.
3.
El considerar las emociones: La emoción es la
conmoción afectiva de carácter intenso, Jesús se identificaba con el dolor de
la gente, Jn. 11:33-35: Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que
la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y
dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró.
4.
El no agredir: La agresión es un ataque o acto violento que causa daño. Existe
la agresión física, verbal y sicológica como una forma de intolerancia y esto
perjudica la comunicación adecuada, Jn. 18:20-23: Jesús le respondió: Yo
públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el
templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto. ¿Por qué
me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, qué les haya yo hablado; he
aquí, ellos saben lo que yo he dicho. Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los
alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al
sumo sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está el
mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?
5.
El arribar a un acuerdo favorable para los
dos: La comunicación ha de terminar siempre en un punto en común en un acuerdo
satisfactorio para ambas partes, Am. 3:3: ¿Andarán dos juntos, si no
estuvieren de acuerdo?
III. CONCLUSIÓN:
El gran problema del
ser humano es que también no puede comunicarse con Dios y lo lleva a pensar que
Él no existe o es indiferente a sus problemas. En realidad Dios quiere
comunicarse con nosotros y desea que también aprendamos a comunicarnos con los
demás. Si tenemos una buena relación con Dios aprenderemos a relacionarnos con
nuestro prójimo. Dios quiere hablarte, pero hay algo que impide que lo oigamos
y son nuestras faltas, Jer. 7:11-12: Pero vosotros los que dejáis a
Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y
suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y
todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no
respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis
ojos, y escogisteis lo que me desagrada.
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