lunes, 28 de marzo de 2016

LA JUSTIFICACIÓN APLICADA A TU VIDA (Ro. 5: 1-21)



INTRODUCCION.- Una vez que Dios me declaró “justo” o “recto” por medio de la fe en Jesucristo, ¿qué debo hacer? ¿Debo únicamente contentarme con lo que Dios me dio y llevar una vida pasiva? No, Él espera que ahora tú actúes en base a la nueva vida que tienes siguiendo las instrucciones que Jesús te dejó.
¿QUÉ PRODUJO LA JUSTIFICACIÓN EN TU VIDA? vs. 1-5
1. (vs. 1) Produjo en tu vida “paz para con Dios”. Es decir, ya no estás enemistado con Él, eres ahora conocido por Él,  ya no tienes que temer ninguna condena por parte suya.
2. (vs. 2) Gozas ahora también “de la entrada por la fe a esta gracia”, tienes la bendición de tener acceso a su Presencia, y a las bendiciones que como hijo de Dios mereces. El Señor no te mira como a un extraño, sino como a su hijo. Es obvio que esto va a hacer que “nos gloriemos en la esperanza”. Una esperanza que nadie te la debe robar, la esperanza que Cristo viene pronto por nosotros.
3. (vs. 3) Esto parece raro, pero Pablo dice que también otro resultado de la justificación es que ahora podemos “gloriarnos en las tribulaciones”. Es decir, ser partícipes de experiencias negativas por causa de Cristo. La tribulación (congoja, pena, adversidad), produce: paciencia: (Paciencia: Capacidad para soportar con resignación desgracias, trabajos, ofensas, etc).
4. (vs. 4) La Paciencia produce prueba: (Prueba: Situación triste o difícil). La prueba produce esperanza: (Esperanza: Confianza en que ocurrirá o se logrará lo que se desea con la ayuda de Dios).
5. (vs. 5) Ahora la esperanza es posible siempre y cuando haya amor verdadero, y “el amor ha sido derramado en nuestros corazones”, por una acción del Espíritu Santo que lo tenemos. Nadie puede esperar a su Salvador si no lo ama sinceramente.
EL INJUSTO MURIÓ POR LOS INJUSTOS vs. 6-12
1. (vs. 6-8) La muerte de Cristo se dio por nuestra debilidad humana, por ser pecadores. Y la labor de Cristo es de gran envergadura, porque el ser humano sólo podría lograr morir “por un justo”, y no es garantía de que esto suceda, porque nadie estaría dispuesto a morir por otro aunque sea bueno, a esto se le llama “osadía”. Lo maravilloso es que Cristo mostró su amor a nosotros “en que siendo aún pecadores”, se atrevió a morir por toda la humanidad perdida.
2. (vs. 9-11) Ahora “estando justificados por su sangre”, nos salvamos de su ira contra el mundo pecador. Pues antes siendo enemigos fuimos reconciliados por su muerte, ahora que estamos reconciliados “seremos salvos por su vida”. Él resucitó y también nosotros resucitaremos. Esto produce en nosotros “el gloriarnos” o alegrarnos porque a través de Jesús obtuvimos una reconciliación que de otra manera era imposible.
3. (vs. 12) El pecado entró al mundo “por un hombre”, y de éste pasó a toda la raza humana y trajo como consecuencia la muerte, pues por ser descendientes de Adán ahora todos pecamos. Es por eso que la humanidad requiere ser justificada.
LA LEY NO PUEDE QUITAR EL PECADO vs. 13-14
1. (vs. 13) El pecado existía antes de la ley, y el hombre desconocía su poder. Cuando dice “pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado”, no significa que al no tener ley no exista el pecado, sino que su desconocimiento no genera culpa. Al conocer la ley entonces comprendo qué es el pecado y éste crea en mí una conciencia culpable.
2. (vs. 14) A pesar de la ignorancia del pecado, éste existía y también la muerte, desde Adán hasta Moisés, es decir hasta que apareció la ley, porque antes de ésta los hombres pecaban y morían. Aquí Pablo pone a Adán como figura del Salvador (figura: Cosa que representa o significa otra). En realidad Adán representa al pecado, pero Jesús a la redención. Una figura no necesariamente es una imagen.
EL DON DEL PECADO Y DE LA VIDA vs. 15-21
1. (vs. 15) La transgresión de Adán trajo como regalo para él y su descendencia la muerte, pero “el don de Dios” que es la gracia por medio de Jesucristo cambió completamente la cosa.
2. (vs. 16) Pablo explica que el juicio de Dios sobre la humanidad vino a causa de “un solo pecado”, que contaminó a la raza humana, pero el don de la gracia vino a causa “muchas transgresiones para justificación”, al ver a la humanidad completamente perdida Dios decidió salvarla.
3. (vs. 17) Ahora por la transgresión de Adán vino la muerte, pero ahora los que son justificados “reinarán en vida por uno solo, Jesucristo”, aquellos que reciban por la fe a Jesús y así se hacen acreedores de la “abundancia de la gracia y del don de la justicia”.
4. (vs.18) La transgresión de Adán trajo condenación a la humanidad, pero la justicia de Cristo, quien murió por los pecados de la humanidad, cumpliendo con  el juicio de Dios, trajo la “justificación de vida”.
5. (vs. 19) La desobediencia de Adán hizo que todos seamos “constituidos pecadores”, pero por la obediencia de Cristo a Dios los que creen el Él, “serán constituidos justos”.
6. (vs. 20) Entonces la introducción de la ley no hizo otra cosa que “el pecado abundase”, porque por la ley es el conocimiento del pecado. Sin embargo como dice Pablo, “cuando abundó el pecado, sobreabundó la gracia”.
7. (vs. 21) Por el pecado “reinó la muerte”, y eso es lo que vemos todos los días, la gente muere por ser pecadora, pero ahora Dios cambia las cosas, la gracia de Dios reina “por la justicia para vida eterna” por medio de Cristo. La justicia de Dios por la fe, que es ahora la forma como Dios introduce a sus hijos al cielo.
CONCLUSIÓN
Lo que motivó al hombre a pecar fue la soberbia, el irse contra la voluntad de Dios, insuflada por el diablo en el corazón del hombre. Lo que llevó a Dios a salvar a la humanidad fue el amor que lo demostró al enviar a su hijo Jesús, Ro. 5:8: Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

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