Me gusta el fútbol, me agrada ver a mi selección jugar, aunque ahora está pasando un mal momento y no mejoramos en nuestro juego y esto se ve en los pésimos resultados que tenemos. Por otro lado, en la final de la copa América fue lamentable ver el desorden y el caos que hizo que cientos de personas que no tenían tickets se metieran al estadio ilegalmente dando un pésimo gusto a esta final, que si bien es cierto terminó bien, me refiero a que no hubo tragedias que lamentar, pues dejo un mal sabor de todos modos.
Asimismo, se pudo ver el fanatismo por un deporte que sólo distrae, y te da una alegría momentánea, pero que no te reporta ningún beneficio espiritual, sólo el orgullo de haber visto a tu selección ganar un evento, y que mañana probablemente olvidarás, porque hay cosas más importantes que atender.
Pienso que entre ellas está tu vida espiritual, tu destino eterno, tu comunión con Dios. Estas cosas deben estar entre tus prioridades porque de ellas depende tu vida. Las distracciones del mundo pueden ofuscar en tu mente y corazón el acercarte a Dios. De hecho lo harán, te diré que más importante que el fútbol es la salvación de tu alma y si no tienes a Dios en tu vida, preocúpate por ello. Porque no interesa a cuántas copas América o mundiales vayas, si Cristo no está en tu corazón y pierdes tu alma adonde irás en lo que menos pensarás será en el fútbol. Resuelve el tema espiritual, acércate a Cristo, cree en Él para perdon de tus pecados, salvación y vida eterna. "Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón... " He. 3:7-8.
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