Dios está presente en todas partes, pero está ausente en el corazón del que no le teme. Lo que no significa que ignore lo que pasa en su vida. De hecho, el hombre sin Dios no tendrá la sabiduría, la guía de Dios en las grandes decisiones.
Puedes ser hábil para muchas cosas, te puede ir bien en la vida, pero si Dios está ausente, no has logrado mucho, quizá nada porque el disfrute de todo ello es efímero frente a la eternidad a la cual te diriges. Y lo que es peor, es que si decidiste vivir sin Dios al lugar al cual irás experimentarás también su ausencia, creo que esto hace más horrible ese lugar que todos los sufrimientos que puedas experimentar.
Sin Dios tus decisiones en temas de moral o en asuntos espirituales estarán erradas, aún así Él te da la opción de que esto cambie si tomas la única decisión que puede cambiar tu vida, y es aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador personal, esto cambiará tu vida y tu destino eterno. No la postergues, mañana quién sabe si la tengas o no. Hazlo ahora.
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