sábado, 4 de agosto de 2018

NO SEAS CALIENTA BANCAS



“Tú, oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y aún hoy anuncio todos tus prodigios. Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido”, Sal. 71: 17-18 (NVI).
Si Dios te apasiona y entiendes el encargo que Él te dio, creo que no puedes quedarte sentado en la banca de la iglesia y sólo escuchar prédicas en las que Dios te desafía a hacer algo por extender su Reino. Pienso que mientras no comprendas lo que significa la “Gran Comisión”, pues sólo calentarás las bancas y con tu pantalón dominical sólo le sacarás brillo; no te conformes sólo con eso.
El salmista dice algo que desea hacer, considerando que era un hombre como cualquiera de nosotros que tiene sus ocupaciones, pues desea participar siendo un colaborador de Dios en procurar que la gente conozca al Dios verdadero. Si ves que la idolatría todavía campea, si ves que la delincuencia, la corrupción y todas las obras de la carne que menciona Pablo en Gálatas 5 están por doquier van en aumento, pues debes preguntarte como miembro de la iglesia de Cristo: “¿Y qué hago yo para evitar toda esta vorágine de maldad que avanza a pasos agigantados?”. Si soy consciente de cuál es mi misión en la tierra entonces no me quedaré calentando las bancas, saldré a anunciar el evangelio de Cristo. Lo hice desde mi juventud y lo hare también en mi vejez. Esta no es sólo la tarea de los pastores y de los líderes de la iglesia, es la tarea de todos, es como el lema de Defensa Civil, “tarea de todos”. Y si eres un hijo de Dios y estás cansado de ver que la maldad se posiciona en todos los estamentos de la sociedad, pues no te quedes sólo con el enojo y la amargura de ver que en tus propios ojos pasa todo esto, sino sal, anuncia y proclama el evangelio de Cristo, porque el único que puede combatir la corrupción moral y espiritual de nuestra sociedad es Cristo; si lo crees pues lo harás, si no, entonces haz como si no hubieras leído nada de esto. ¡Que Dios levante una generación de hombres y mujeres sensibles en nuestro país y veamos una generación nueva de creyentes valientes que no se avergüenzan de Cristo y  de adoradores que le adoren a Él en espíritu y en verdad!


No hay comentarios:

NO PONGAS TU CORAZÓN EN LAS RIQUEZAS