INTRODUCCIÓN.- En verdad si no
fuera por la iniciativa de Dios de enviar a su Hijo Jesucristo al mundo nadie
podría salvarse. Los judíos a pesar de que tenían en la ley una expresión de la
voluntad de Dios, lamentablemente no pudieron cumplirla, pues ésta solamente nos
hace saber que somos pecadores, y por esa misma tendencia a pecar era difícil
poder cumplir a cabalidad con las ordenanzas de la ley. Ahora a Dios le plació
justificarnos por la fe en su Hijo y la fe en Él sin necesidad de hacer obras
nos abrirá las puertas a la eternidad.
JUSTIFICAR.- Hacer Dios justo a
uno, dándole la gracia.
PROPICIACION.- Acción agradable a
Dios, con que se le mueve a misericordia.
REDENCIÓN.- Salvación del
género humano llevada a cabo por la pasión y muerte de Jesús.
I. LA
VENTAJA MAL APROVECHADA (vs. 1-4)
1. Ellos recibieron la palabra de Dios,
aunque muchos de ellos fueron incrédulos (vs. 1-2).
2. Ahora la incredulidad de ellos no
significa que Dios falló, los hombres fallaron en su relación con Dios, le fueron
infieles, pero Dios siguió manteniéndose fiel. Esto no significa que nuestra
incredulidad anule a Dios o lo vuelva impotente, Él sigue siendo el mismo (vs.
3-4).
3. Cuando yo hago algo malo estoy diciendo
que Dios tiene la razón. Si soy injusto Él, es justo, si miento, Él es veraz.
Mi incumplimiento de la ley de Dios resalta que Dios tiene razón al decirme que
soy pecador y por mis transgresiones Dios me juzgará (vs. 5-8).
II.
TODOS ESTAMOS BAJO PECADO (vs. 9-19)
1. Ante los ojos de Dios judíos y gentiles se
encuentran bajo pecado. El hecho de que a los judíos se les haya confiado la
revelación de Dios por medio de la ley no significaba que sean mejores
espiritualmente, pues también eran esclavos del pecado (vs. 9).
2. La condición espiritual del hombre pecador
(vs. 10-18):
·
No
es justo (vs. 10)
·
No
entiende a Dios (vs. 11)
·
No
busca a Dios (vs. 11)
·
Lleva
una vida desviada de los propósitos de Dios (vs. 12)
·
No
hace lo bueno (vs. 12)
·
Es
engañador (vs. 13)
·
Es
maldiciente (vs. 14)
·
Es
criminal (vs. 15)
·
Es
infeliz (vs. 16)
·
No
conoce la paz (vs. 17)
·
No
teme a Dios (vs. 18)
III. LA
LEY NOS CONDENA (vs. 19-20)
1. En realidad el ser humano al estar bajo la
ley era para que conozca que es pecador y al no poder cumplir con las demandas
de ella pues estaría “bajo el juicio de Dios” (vs. 19).
2. Entonces Dios le dio al hombre la ley para
que de alguna forma pueda entender su voluntad, pero por medio de ella nadie
sería justificado, pues ella solamente lo lleva “al conocimiento del pecado”
(vs. 20).
IV. LA
JUSTICIA DE DIOS SE REVELA POR LA FE (vs. 21-26)
1. La justicia de Dios ha sido testificada
por la ley y los profetas. Es decir no es algo nuevo siendo que los escritores
del antiguo testamento ya la dan a conocer, pero dicha revelación se mantuvo
como un misterio hasta el momento propicio para ser comprendida (vs. 21).
2. Ahora la justicia de Dios se revela por
medio de la fe en Jesús tanto para los judíos como para los gentiles. Pues no
hay diferencia porque todos están en pecado y por lo tanto están destituidos de
la gloria de Dios (vs. 22-23).
3. Esta justificación es por gracia, es un
regalo, no nos cuesta nada. En realidad le costó la vida a Jesús, a nosotros
nada, y por lo tanto Dios la ofrece al ser humano gratuitamente, es tan costosa
que el hombre no podría pagarla (vs. 24).
4. Jesús se convierte en propiciación para
nosotros cuando manifestamos “fe en su sangre”. De este modo Dios manifiesta su
justicia, perdonando todos nuestros pecados del pasado, (vs. 25).
5. Ahora Dios manifiesta su justicia de esta
manera por la fe en Jesús. Nosotros siendo pecadores somos justificados así. De
este modo Dios es justo y es el que justifica a los que cumplen en obediencia a
su llamado (vs. 26).
V. NO
HAY LUGAR PARA LA JACTANCIA (vs. 27-31)
1. El ser humano tiene la tendencia a querer
jactarse por sus logros, pero en el asunto de la salvación su jactancia no
tiene sentido y no vale para nada, porque nadie será justificado por obras, sin
por la fe en Jesús (vs. 27-28).
2. Entonces esta nueva dispensación que se
ofrece por la fe en Jesús es de alcance universal, tanto los judíos como los
gentiles tendrán que aceptar a Jesús como Señor y Salvador personal y así Dios
extenderá su brazo de amor y misericordia a ambos sin distingos raciales ni de
ningún tipo, (vs. 29-30).
3. Siendo que la ley testificó sobre el
concepto de la fe entonces ésta no es invalidada por la ley, por el contrario
es confirmada. Entonces la ley y la fe no son antagonistas son uno solo, si
bien es cierto el concepto de la fe no fue entendido en los tiempos remotos no
significa que no existiera, hubo personajes que manifestaron fe antaño, pero
ahora a través de Jesús cobra preponderancia, (vs. 31).
VI.
CONCLUSIÓN
Si la justificación por fe es la forma cómo
Dios procede para declararnos justos y aceptos entonces también espera que en
nuestro diario vivir manifestemos fe en Él, en cualquier circunstancia de la
vida, “porque por fe andamos, no por vista” (2 Co. 5:7).
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