martes, 15 de marzo de 2016

DESTITUÍDOS DE LA GLORIA DE DIOS (Ro. 3:1-31)



INTRODUCCIÓN.- En verdad si no fuera por la iniciativa de Dios de enviar a su Hijo Jesucristo al mundo nadie podría salvarse. Los judíos a pesar de que tenían en la ley una expresión de la voluntad de Dios, lamentablemente no pudieron cumplirla, pues ésta solamente nos hace saber que somos pecadores, y por esa misma tendencia a pecar era difícil poder cumplir a cabalidad con las ordenanzas de la ley. Ahora a Dios le plació justificarnos por la fe en su Hijo y la fe en Él sin necesidad de hacer obras nos abrirá las puertas a la eternidad.
JUSTIFICAR.- Hacer Dios justo a uno, dándole la gracia.
PROPICIACION.- Acción agradable a Dios, con que se le mueve a misericordia.
REDENCIÓN.- Salvación del género humano llevada a cabo por la pasión y muerte de Jesús.
I. LA VENTAJA MAL APROVECHADA (vs. 1-4)
1. Ellos recibieron la palabra de Dios, aunque muchos de ellos fueron incrédulos (vs. 1-2).
2. Ahora la incredulidad de ellos no significa que Dios falló, los hombres fallaron en su relación con Dios, le fueron infieles, pero Dios siguió manteniéndose fiel. Esto no significa que nuestra incredulidad anule a Dios o lo vuelva impotente, Él sigue siendo el mismo (vs. 3-4).
3. Cuando yo hago algo malo estoy diciendo que Dios tiene la razón. Si soy injusto Él, es justo, si miento, Él es veraz. Mi incumplimiento de la ley de Dios resalta que Dios tiene razón al decirme que soy pecador y por mis transgresiones Dios me juzgará (vs. 5-8).
II. TODOS ESTAMOS BAJO PECADO (vs. 9-19)
1. Ante los ojos de Dios judíos y gentiles se encuentran bajo pecado. El hecho de que a los judíos se les haya confiado la revelación de Dios por medio de la ley no significaba que sean mejores espiritualmente, pues también eran esclavos del pecado (vs. 9).
2. La condición espiritual del hombre pecador (vs. 10-18):
·        No es justo (vs. 10)
·        No entiende a Dios (vs. 11)
·        No busca a Dios (vs. 11)
·        Lleva una vida desviada de los propósitos de Dios (vs. 12)
·        No hace lo bueno (vs. 12)
·        Es engañador (vs. 13)
·        Es maldiciente (vs. 14)
·        Es criminal (vs. 15)
·        Es infeliz (vs. 16)
·        No conoce la paz (vs. 17)
·        No teme a Dios (vs. 18)
III. LA LEY NOS CONDENA (vs. 19-20)
1. En realidad el ser humano al estar bajo la ley era para que conozca que es pecador y al no poder cumplir con las demandas de ella pues estaría “bajo el juicio de Dios” (vs. 19).
2. Entonces Dios le dio al hombre la ley para que de alguna forma pueda entender su voluntad, pero por medio de ella nadie sería justificado, pues ella solamente lo lleva “al conocimiento del pecado” (vs. 20).
IV. LA JUSTICIA DE DIOS SE REVELA POR LA FE (vs. 21-26)
1. La justicia de Dios ha sido testificada por la ley y los profetas. Es decir no es algo nuevo siendo que los escritores del antiguo testamento ya la dan a conocer, pero dicha revelación se mantuvo como un misterio hasta el momento propicio para ser comprendida (vs. 21).
2. Ahora la justicia de Dios se revela por medio de la fe en Jesús tanto para los judíos como para los gentiles. Pues no hay diferencia porque todos están en pecado y por lo tanto están destituidos de la gloria de Dios (vs. 22-23).
3. Esta justificación es por gracia, es un regalo, no nos cuesta nada. En realidad le costó la vida a Jesús, a nosotros nada, y por lo tanto Dios la ofrece al ser humano gratuitamente, es tan costosa que el hombre no podría pagarla (vs. 24).
4. Jesús se convierte en propiciación para nosotros cuando manifestamos “fe en su sangre”. De este modo Dios manifiesta su justicia, perdonando todos nuestros pecados del pasado, (vs. 25).
5. Ahora Dios manifiesta su justicia de esta manera por la fe en Jesús. Nosotros siendo pecadores somos justificados así. De este modo Dios es justo y es el que justifica a los que cumplen en obediencia a su llamado (vs. 26).
V. NO HAY LUGAR PARA LA JACTANCIA (vs. 27-31)
1. El ser humano tiene la tendencia a querer jactarse por sus logros, pero en el asunto de la salvación su jactancia no tiene sentido y no vale para nada, porque nadie será justificado por obras, sin por la fe en Jesús (vs. 27-28).
2. Entonces esta nueva dispensación que se ofrece por la fe en Jesús es de alcance universal, tanto los judíos como los gentiles tendrán que aceptar a Jesús como Señor y Salvador personal y así Dios extenderá su brazo de amor y misericordia a ambos sin distingos raciales ni de ningún tipo, (vs. 29-30).
3. Siendo que la ley testificó sobre el concepto de la fe entonces ésta no es invalidada por la ley, por el contrario es confirmada. Entonces la ley y la fe no son antagonistas son uno solo, si bien es cierto el concepto de la fe no fue entendido en los tiempos remotos no significa que no existiera, hubo personajes que manifestaron fe antaño, pero ahora a través de Jesús cobra preponderancia, (vs. 31).
VI. CONCLUSIÓN
Si la justificación por fe es la forma cómo Dios procede para declararnos justos y aceptos entonces también espera que en nuestro diario vivir manifestemos fe en Él, en cualquier circunstancia de la vida, “porque por fe andamos, no por vista” (2 Co. 5:7).

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