viernes, 29 de enero de 2016

APRENDE A SER DESPRENDIDO



El desprendimiento no es otra cosa sino que la generosidad y desinterés que muestra una persona hacia otra. Es raro ver a gente que se desprenda de lo que tiene para compartirlo con los demás, por supuesto que existen, pero son contados con los dedos. Y creo que para que alguien ser desprenda de lo que tiene es porque tiene que valorar más lo espiritual que lo material. En esta sociedad consumista donde todo entra por los ojos y se satisface con los bolsillos es difícil que deseemos desprendernos de las cosas materiales fácilmente, al contrario, las anhelamos y a veces más de la cuenta. El problema surge cuando esta vorágine del consumismo se constituye en un estilo de vida, estilo que puede hacer que se diluyan tus valores, tus principios bíblicos. No es de extrañar que hasta los creyentes, los siervos de Dios y líderes espirituales hayan caído en pecados groseros relacionados con la inmoralidad y el dinero productos de ese “espíritu consumista” que absorbe a la humanidad. Y claro, lo material es necesario, pues no podemos ser ajenos a “no sólo de pan vive el hombre”, pero hay que hacer caso al  pan material y al pan espiritual que es nuestro Señor Jesús, de quien cada día debemos alimentarnos por medio de su palabra bendita. Mantener el equilibrio es nuestro desafío y sólo será posible con la ayuda de Dios. Que Dios te ayude a ti y a mí a buscar una vida donde no tengamos que ser absorbidos por ese consumismo enfermo y destructor y mantengamos una espiritualidad acorde con los parámetros bíblicos.

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AL FINAL DIOS SALDRÁ VICTORIOSO