
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ordenó desechar todo el material sobre la homofobia que se estaba preparando en los Ministerios de Educación y Sanidad, ante la presión de 74 diputados de distintas Iglesias Evangélicas, que amenazaron con parar las votaciones en el Congreso y desafiaron a la propia mandataria. Tanto Rousseff, que mostró su insatisfacción tras ver los vídeos, como su Ejecutivo están en contra de todo tipo de discriminación homosexual y consideran inapropiado el material elaborado que irritó a sus aliados evangélicos, afirmó el ministro de la Presidencia, Gilberto Carvalho.
De esta forma, la mandataria intenta aplacar el malestar de los religiosos, que en algunos casos, como el del pastor evangélico Anthony Garotinho, ex gobernador de Río de Janeiro, llegó a pedir la dimisión del ministro de Educación, Fernando Haddad, ya que considera que los vídeos que estaban siendo preparados para ser distribuidos en las escuelas y han comenzado a aparecer en Internet, “inducen a la homosexualidad”.
No obstante, la disposición de Rousseff no comprende la censura del material subido a la red, que se pueden ver en páginas como las del diario Folha de Sao Paulo, y solo pidió que esa información no sea considerada como propia del Gobierno, a cuyas instituciones prohibió divulgarla.
Los evangélicos, un grupo muy poderoso en el Congreso y en el propio Ejecutivo, que atrae millones de votos, son por lo general contrarios a una política abierta a favor de los derechos de los homosexuales. Por ello, la presidenta no tuvo más alternativa que desautorizar el material didáctico preparado.
Los dos ministros, el de Educación, Haddad, y el de Sanidad, Alexandre Padilha, se han defendido diciendo que se trataba de un material “aún en estudio”, elaborado por varias ONG que colaboran con sus respectivas instituciones y que aún no habían sido oficialmente aprobados.
UNIVERSO CRISTIANO
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