
Cuando leo que se aparece un brasileño que nos dice que nuestro paìs va a experimentar un terremoto cual nunca lo ha sufrido y que dejarà serios estragos, me pongo serio, pero hay otros que se alarman sobremanera. Cuando oigo a un tal Harold Camping que da presagios sobre el fin del mundo y no sucede nada, me pongo serio, aunque otros se alarman tambièn y generan un pànico colectivo. Sin embargo, ¿quiènes son estos señores? ¿Tienen las credenciales del cielo para hacer semejantes afirmaciones? ¿O simplemente lo hacen para ser destacados y admirados, pero no para honrar a Dios? Y aùn cuando sus presagios se cumplan, si es que se cumplen, ¿què de nuevo estàn diciendo? ¿Acaso no sabemos que habrà un fin del mundo? ¿Acaso no se sabe que Cristo viene pronto? Es cierto que nadie sabe la fecha, ni el mes ni el año, ni la hora, pero hay quienes avasallan esto y creen que Dios los ha enviado para profetizar sobre cosas que sabemos que sucederán, sòlo que ellos se aventuran a determinar detalles y fechas y otras cosas màs, por supuesto inciertas, con el fin de tener su propio protagonismo, pero sin seguir la pauta bìblica. Hay que comprender tambièn que al dar una mala profecìa generarà en el corazón de los ateos una buena argumentación, para seguir desprestigiando al Cristianismo, y me parece que el enemigo de nuestras almas, el Diablo, ayuda en ese sentido tambièn. El Señor por medio de Jeremìas dijo: “No enviè yo a aquellos profetas, pero ellos corrìan; yo no les hablè, mas ellos profetizaban. Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrìan hecho oir mis palabras a mi pueblo, y lo habrìan hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras”, Jer. 21:22.
Una profecìa que se da pero que sòlo genera pànico y temor en la gente pero no la lleva a un verdadero arrepentimiento y cambio de vida, pues no es de Dios, y yo veo que estos falsos profetas son solamente como un dijo un autor “montes enfermos de parto, pero que no dan a un luz ni un ratòn”. Creo que es tiempo en que la gente empiece a poner su mirada en la Palabra de Dios, la Biblia, que es la fuente de nuestra fe y el manual de nuestra conducta. Si tù quieres saber dònde encontrar la verdadera información sobre lo que Dios harà en el mundo no le creas a estos profetastros de ahora, crèele a Dios y bùscalo con todo tu corazón, El te quiere hablar y lo harà por medio de su palabra. Hagamos caso a lo que dijo Jesùs: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que ellas teneis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mì” Jn. 5.39.
Walter Delgado
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