“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” — 2 Corintios 13:5
Dios, a través del apóstol Pablo, nos llama a detenernos por un momento y mirar dentro de nuestro corazón. No para juzgar a otros, sino para evaluar nuestra propia fe. Muchas personas dicen creer en Cristo, pero no todos viven una fe que se refleja en obediencia, humildad y transformación.
Examinar nuestra fe no significa dudar de Dios, sino confirmar que estamos caminando con Él de verdad. La gran verdad de este versículo es que Jesucristo vive en nosotros. Su presencia debe notarse en nuestros pensamientos, en nuestras decisiones y en nuestra manera de tratar a los demás.
El autoexamen espiritual nos protege del engaño, del conformismo y de una fe superficial. Cada día es una oportunidad para preguntarnos: ¿Está Cristo gobernando mi vida hoy?
Dios no busca personas perfectas, sino corazones sinceros que estén dispuestos a corregir su camino cuando Él lo confronta.
Enfócate en esto:
Dedica unos minutos en oración para que Dios examine tu corazón.
Identifica un área de tu vida que necesitas rendir completamente a Cristo. Renueva tu compromiso con una fe viva y obediente.
Oración:
Señor, hoy me presento delante de Ti con un corazón humilde. Examíname, muéstrame lo que debo cambiar y límpiame con Tu verdad. Quiero que Cristo viva plenamente en mí y que mi fe sea genuina cada día. En el nombre de Jesús, amén

No hay comentarios:
Publicar un comentario