Todos tenemos la capacidad de salir adelante y mejorar nuestra condición, pero no todos lo logran. El que logró el éxito a veces crítica al que no pudo y también lo menosprecia. Sin embargo, la vida tiene esas contradicciones que uno no entiende, cosas que pueden estar sólo en las manos del Hacedor quien puede inclinar la balanza al menos favorecido y quitarle su bendición al que se jacta y subestima a los demás. Y esto sucede para que aprendamos a ser humildes y agradecidos, pues si hemos logrado el éxito en la vida es gracias a Él. Pues Dios atiende al humilde y al altivo lo mira de lejos.
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