El tema del soborno es mencionado en varias
partes de la Biblia y generalmente se presenta como algo negativo y contrario a
la justicia y la rectitud. Aquí hay algunos pasajes bíblicos que abordan este
tema. La biblia dice en Ex. 23:8: "No tomarás soborno,
porque el soborno ciega a los que ven y pervierte las palabras de los
justos." Este versículo resalta cómo el soborno puede corromper a
los individuos, especialmente a aquellos en posiciones de autoridad, y puede
llevar a la injusticia.
También dice Dt. 16:19: "No
pervertirás el derecho, no harás acepción de personas, ni tomarás soborno,
porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los
justos." Al igual que en Éxodo, este versículo destaca cómo el
soborno afecta la imparcialidad y la justicia.
Como el soborno es algo que va contra las buenas
costumbres y es un delito también, normalmente se hace en secreto como dice Pr.
17:23: "El impío acepta soborno en secreto para pervertir las sendas de la
justicia." Subraya la naturaleza oculta del soborno y cómo
pervierte la justicia.
Sobornar es dar dinero o regalos a alguien para
conseguir algo de forma ilícita. Un informe señala: “La corrupción y el soborno
han sido una realidad en Perú desde hace mucho tiempo. Desde el gobierno hasta
las empresas, la corrupción y el soborno han estado presentes de alguna manera.
Esto ha afectado el desarrollo del país y la calidad de vida de los ciudadanos.
Durante muchos años, la corrupción ha sido un problema en todos los niveles de
gobierno. Esto ha afectado la eficiencia de los servicios públicos y ha hecho
que el pueblo pierda la confianza en el gobierno. Esto también ha hecho que el
gobierno sea menos receptivo a las necesidades de la población” (Grupo
Concepta, Feb, 2023).
La Biblia es clara en su condena al soborno. Se
muestra como una práctica que corrompe la justicia y lleva a decisiones
injustas. Las Escrituras llaman a evitar el soborno y actuar de manera justa y
honesta, la autoridad que lo practica muestra su deslealtad al pueblo que lo
eligió y merece la más dura sanción, lo que es peor, aquellos que cumplen
funciones de dirección de una nación, empresa o cualquier institución practican
el soborno desmedidamente, pues aparte que algún día su delito se hará evidente
y serán sancionados, si no se arrepienten de su pecado, recibirán la más dura
condenación, de la cual ya no se podrá hacer absolutamente nada. Así que deben
evitarlo antes de caer en una posición de la cual ya no haya posibilidad de
salvarse.
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