martes, 6 de febrero de 2024

¿PUEDO PERDER MI SALVACIÓN?



El tema de si la salvación se puede perder o no es objeto de debate entre diferentes tradiciones teológicas dentro del cristianismo. No existe un consenso absoluto al respecto, y las interpretaciones pueden variar según las creencias y las enseñanzas específicas de cada denominación o comunidad religiosa.

Desde una perspectiva bíblica, hay pasajes que sugieren que la salvación es un don de Dios que no puede ser arrebatado. Por ejemplo, en Juan 10:27-29 (NVI), Jesús dice: "Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar".

Sin embargo, también hay otros pasajes que advierten sobre la posibilidad de apostasía o alejarse de la fe. Por ejemplo, en Hebreos 6:4-6 (NVI) se menciona: "Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados, que probaron el don celestial, que compartieron del Espíritu Santo, que probaron la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de haber experimentado todo esto, vuelvan a caer, sean incapaces de arrepentirse otra vez, pues para su propio mal están crucificando de nuevo al Hijo de Dios y exponiéndolo a la vergüenza pública".

Algunas interpretaciones sostienen que estos pasajes se refieren a la posibilidad de una falsa profesión de fe o una apostasía temporal, pero que aquellos verdaderamente salvos serán guardados por el poder de Dios. Otras interpretaciones sugieren que la salvación puede ser perdida si una persona elige alejarse de Dios de manera permanente y rechazar su gracia salvadora.

Es probable que algunos líderes religiosos también hayan usado el tema de la pérdida de la salvación con fines personales e incluso con ventajas económicas, aprisionando a muchos creyentes en una total ignorancia, aprovechando que la biblia no podía llegar a las manos de ellos, pues sólo era de interpretación y uso del clero, como sucedió en los tiempos de la Edad Media.

En estos tiempos tecnológicos en los cuales se tiene acceso a la información, pues el acceso a la biblia y a los manuscritos originales nos permite poder hacer un estudio concienzudo de las Escrituras, pero, aun así, el tema es polémico y siempre existirán las dos posturas. Es importante que cada uno tenga una firme convicción de lo que cree y si de algo tenemos que estar seguros es que mientras el creyente mantenga su fe y ánimo de seguir con Cristo no tiene porqué temer a perder su salvación, pues como dice del apóstol Pablo, Ro. 8:38-39: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.

En conclusión, la cuestión de si la salvación se puede perder o no es compleja y está sujeta a interpretaciones teológicas variadas. La comprensión de este tema puede influir en la enseñanza y la práctica dentro de las comunidades religiosas, pero es importante abordarlo con humildad y respeto hacia las diferentes perspectivas dentro del cristianismo.

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