En
la comunidad cristiana “Jesús Vive”, los hermanos se dedicaban a diversas actividades.
Existía tal familiaridad que daba gusto
convivir con ellos. Pepe, estaba contento de estar allí, aunque sentía
nostalgia por su madre y deseaba comunicarse con ella, pero no se lo permitían.
Es que el tratamiento para que pueda superar su ludopatía requería que
estuviera incomunicado. Aunque no se le obligaba a estar allí, él decidió
espontáneamente quedarse porque deseaba recuperarse, y era uno de los más
entusiastas entre todos los internos. Pero algo que también hizo que decidiera
buscar su rehabilitación fue el gesto extraordinario de Lucas, al salvarle la
vida. Y era algo que difícilmente podría olvidar. Empezó a gustarle su compañía,
Lucas también despertó simpatía hacia él, y se hicieron buenos amigos.
n
Bueno Lucas, ¿me dices que Dios puede ayudarme
a superar mi adicción al juego? – preguntó Pepe.
n
Si tienes fe, al que cree todo le es
posible.
n
Siempre la he tenido, aunque a veces
pienso que a Dios no creo que le guste ayudarme después de tantas promesas que
le hice y a mi madre también para poder salir de este suplicio, que hasta ahora
no quiero dejarlo.
n
Dejará de serlo cuando Cristo entre en
tu corazón.
n
¿Cómo es eso?
n
Escucha Pepe, cuando Cristo vino al
mundo, nos enseñó de que todos estamos esclavizados en nuestros delitos y
pecados y que si nos mantenemos así, pues moriremos y estaremos eternamente
separados de Dios.
n
¿Me estás diciendo que nací esclavo?
Creo que el sistema esclavista ya pasó hace muchos siglos, estamos en otra
época.
n
No me refiero a eso. Hay una
esclavitud, peor que la que mencionas, y es la del alma, cuando una persona
está presa de sus vicios y pasiones pecaminosos que lo conducen a hacer lo malo
y lo alejan más y más de Dios.
n
¿Y eso significa que Dios tampoco te
escucha?
n
Exactamente.
n
Ahora entiendo por qué tantas veces le
hablaba a Dios y no me escuchaba.
n
Es que la Biblia dice que Dios no oye a
los pecadores, y si estás en pecado, Él, simplemente no te escuchará.
n
¿Ni aunque me encuentre en una
situación desesperada?
n
Probablemente. Dios siempre es
misericordioso y puede ayudarte en una situación de desespero, pero normalmente
Él, podría ayudarte mucho más si estuvieras haciendo su voluntad.
n
¿Y cómo descubro la voluntad de Dios?
n
Primeramente lo que tienes que hacer es
entregar tu vida a Cristo. El evangelio de Juan dice en el capítulo 1,
versículo 12, lo siguiente -mientras le extendía la biblia para que vea el
pasaje, le dijo, que lo lea-: “Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no
son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios”.
n
Pepe, si primero recibes a Cristo en tu
corazón, y lo recibes como tu Salvador personal, serás un hijo de Dios, y Él,
te enseñará a hacer su voluntad, que la Biblia dice es agradable y perfecta.
n
Es raro. Nunca pensé que primeramente
debía entregar mi corazón a Cristo, aunque pienso que siempre Dios ha estado en
mi corazón. ¿Por qué me dices que debo hacerlo como tú me indicas?
n
Bueno, no soy yo, es el Señor quien te
lo dice en su palabra. Si lo hubieras hecho antes tu vida habría cambiado, y no
estarías agobiado por un vicio que no te deja tranquilo.
n
Creo que en eso tienes razón – mientras
meditaba en las palabras de Lucas, como si hubiera tenido un arranque de
éxtasis y hubiera contemplado la gloria celestial, le dijo a Lucas – Deseo que
Cristo entre en mi corazón, ¿qué debo hacer para recibirlo como tú dices?
Un
momento especial era el que Pepe estaba viviendo cuando Lucas llamó a su
compañero de milicia y le dijo que Pepe quería volver a nacer, ambos sonrieron
y dieron gloria a Dios, algo que Pepe no entendía.
n
Te explico Pepe, la Biblia enseña que
cuando un pecador se arrepiente de sus pecados y entrega su vida a Cristo, en
el cielo hay grande gozo, los ángeles de Dios están contentos por esta decisión
que estás tomando, y que tendrá repercusiones eternas para la gloria de Dios.
n
¿Y eso significa que sanaré
inmediatamente de mi adicción? –preguntó con entusiasmo Pepe.
n
No te digo que será de la noche a la
mañana, pero si eres fiel a Dios y crees a su palabra, pues el milagro vendrá.
n
Pues claro que será un milagro, porque
todos mis intentos han fracasado, y considero que sólo Dios puede sacarme del
hoyo en que me encuentro.
Habían
pasado dos meses desde que Pepe se escapó del consultorio del doctor Camargo.
Doña Leti vivía su más dramática agonía, los vecinos pensaban que se volvería
loca. Ni una llamada telefónica por parte de su hijo, ni una nota que pudiera
darle algún indicio de su paradero. Aunque Pepe quería comunicarse con ella, los
hermanos no se lo permitían, y es que la terapia para poder ayudarle a combatir
su adicción requería que estuviera fuera de su entorno familiar.
Continuará...
1 comentario:
Pepe se esta convenciendo de que Dios es bueno
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