Papá ya no estás aquí, fuiste un gran ejemplo, una inspiración. De ti aprendí mucho, no fuiste perfecto, vi tus falencias, pero quién soy yo para juzgarte? Me amaste, me ayudaste, te preocupaste por mí y aunque probablemente no fuiste del todo afectuoso, pude percibir tu amor.
Ahora soy padre, tengo hijos maravillosos y también tengo mis virtudes y defectos. Puedo comprender algo de ti, me dijiste una vez "hijos chicos problemas chicos; hijos grandes problemas grandes". Sí, tienes razón, me toca se padre y espero dejar el mejor legado que puedo darles y es que conozcan al verdadero Padre que está en los cielos, porque yo no estaré mucho tiempo, pero Él siempre los acompañará. Papá me esperas en el cielo y espero llegar para abrazarte y reírnos y gozar junto con nuestro Padre celestial por toda la eternidad. Así que mientras tanto, Feliz día papá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario