viernes, 17 de mayo de 2019
UN HIJO EN EL VICIO
Si tienes a un hijo metido en drogas, alcohol o se volvió ludópata, pues no le eches la culpa a la sociedad, la ciencia, la tecnología, la mala suerte o al destino. En realidad la responsabilidad es principalmente tuya por no haber sabido enseñarle valores.
La tarea de ser padres no es solamente en el ámbito material, es también en el emocional y espiritual. Muchos creen que ejercen su función de padres con darles comida, ropa y educación a sus hijos, pero se olvidan que también deben ser consejeros, mentores y guías espirituales de ellos. Ahora, ¿cómo podrás ser un guía espiritual si nunca te has interesado en buscar a Dios? Por el contrario, reforzaste conductas negativas en ellos con tu mal ejemplo, y ahora que pretendes corregirlos ves que es demasiado tarde. No te queda otra cosa sino que lamentarte porque ese hijo se ha constituido en un dolor de cabeza y te quita el sueño.
Sabes, aún cuando creas que nada se puede hacer hay alguien que se interesa por ti y por tu familia. Si acudes a Él en fe y le rindes sinceramente tu corazón puede hacer lo que tú no pudiste. Dicen que un árbol torcido no se puede enderezar, pero Dios sí puede.
Hay millones de personas que han visto cambios maravillosos en sus vidas cuando depositaron su confianza en Él. Pues haz tú lo mismo, a menos que ya no creas en nada, sólo Él podrá ayudarte y ayudar a tu familia. Y con la convicción y seguridad que tú mismo por su intervención maravillosa podrás decir "yo y mi casa serviremos a Jehová".
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