“El asna me ha visto,
y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se
hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva”
Nm. 22:33
Nm. 22:33
Claro
en el caso de Balaam fue un asna. El asunto es que a Dios no le agradó que el
profeta vaya a encontrarse con el rey de Moab para maldecir a su pueblo. A
veces los creyentes podemos estar haciendo cosas que no son agradables a Dios,
y pensamos que sí, es su voluntad, pero detrás se encuentra un fin egoísta y
mezquino. En realidad Balaam sabía que no debía ir, pero el deseo de ser
honrado por el rey que podía darle riquezas y prestigio era lo que en realidad
le animaba. Muchos líderes religiosos pueden estar siendo seducidos en servir
al Señor, no por el llamado propiamente que hace Dios a sus siervos, un llamado
que debe ser acatado incondicionalmente, sino por el llamado del dinero, de la
fama, de los aplausos, de las regalías del ministerio que es lo que en realidad
buscan. En esto hay que tener cuidado. Dice Pedro: “Han dejado el camino recto,
y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el
premio de la maldad”, 2 P. 2:15. ¡Cuántos Balaam están ejerciendo el ministerio
porque “aman el premio de la maldad”! Creen que el ministerio es una gran
oportunidad para lucrar y hacer fortuna, no existe cosa más equivocada que
pretender hacerse rico sirviendo a Dios, cuando leo la vida de Jesús, veo a un
hombre humilde que nunca tuvo interés de hacerse famoso ni rico. Cuando los
judíos querían hacerlo rey, ¿cómo reaccionó nuestro Salvador? Dice la divina
respuesta: “Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y
hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo”, Jn. 6:15. Es más, nuestro
Señor prefirió enriquecernos a nosotros aunque Él tenga que ser pobre, como
dice Pablo en 2 Co. 8:9: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. ¿Y ahora yo voy a incursionar en
el ministerio para buscar riqueza material como hacen muchos que no ven el
peligro en que se están metiendo así como Balaam? Claro que la asna fue más
inteligente que Balaam, porque le quería salvar la vida pues su camino no era
perfecto delante de Jehová. No hagas que tu camino sea despreciable delante de
Dios por estar buscando las añadiduras en lugar de buscar el reino de Dios y su
justicia. Llamamos burros a los que tienen problemas de entendimiento, pero
hubo uno que fue más burro que el burro y ese fue Balaam, y me temo que
actualmente en nuestras iglesias hay muchos que se identifican con este nefasto
personaje que se desvió de los propósitos de Dios para lucrarse indebidamente.
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