Aconteció
que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el
segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y
corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre
de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en
holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado. Jue.
6:25-26.
Cuando Dios te llama siempre verifica primero si estás
verdaderamente comprometido con Él y hasta dónde estás dispuesto a acompañarlo.
No todos se comprometen cien por ciento con Él, hay quienes son creyentes de
domingo, van a la iglesia como si fueran a la misa, a veces pienso que algunos
que se hacen llamar “creyentes” sólo han hecho un cambio de religión, pero
siguen siendo los mismos, no hay un auténtico compromiso con el Señor, no hay
cambio, no hay nada.
Cuando vemos el llamado de Gedeón y luego la gran labor
que le encomendó Dios, pues debía atravesar una prueba para saber hasta dónde
iba su entrega al Señor, pues uno no deja de sorprenderse de su actitud. Y
precisamente una forma de comprobar esto era con respecto a sus tradiciones y las
creencias que provenían de sus padres que no eran agradables ante Dios. Muchos
creyentes que quieren seguir y servir fielmente al Señor pues deben desligarse
de ellas. El Señor Jesús le dijo a los fariseos de su tiempo: “¿Por qué también
vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?”, Mt. 15:3.
Es verdad, muchas de nuestras tradiciones impiden que la palabra de Dios pueda
prosperar en nuestras vidas, es por eso que tenemos de deshacernos de ellas. Y
eso es lo que hizo precisamente Gedeón, tenía a su padre que era un idólatra,
adoraba a Baal y a Asera dioses cananeos, y de seguro que estos ídolos abominables debieron haber influenciado
en Gedeón, pero al tener un encuentro personal con Dios, pues se convirtió
radicalmente, tenía que desprenderse de sus viejas y nocivas tradiciones
religiosas. Sé que hay gente que pierde la salvación porque no “quiere
cambiarse de religión”, como si la religión salvara al hombre, y no es así,
porque el único que salva al hombre es Cristo Jesús. Gedeón estuvo dispuesto a
renunciar a las creencias idólatras de su padre y destruyó la imagen de Baal y de
Asera y con la madera levantó un altar a Jehová, con esto demostró que es el
único Dios verdadero a quien él estaba dispuesto a servir. Jesús dijo: “El que
ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más
que a mí, no es digno de mí”, Mt. 10:37. Gedeón demostró a Dios que lo amaba
por encima de todo. Es importante saber esto para la gran tarea que le
encomendaría Dios de librar al pueblo de Israel de la opresión de los
madianitas. Sabes pienso que Dios constantemente nos anda probando para
verificar hasta dónde va nuestro compromiso con Él. Creo que muchos son calificados
para grandes aventuras de fe y otros sólo califican para ir al templo a calentar
las bancas. No seas de los creyentes pasivos, sino activos para la gran causa
de tu Salvador, deshazte de viejas creencias y tradiciones religiosas o de otro
tipo que estorban tu fe y tu comunión con Dios, demuéstrale a Dios que Él es lo
más importante para ti siéndole fiel y obediente y que estás dispuesto a amarle
a Él por encima de todo y todos, y verás la poderosa mano de Dios obrando en tu
vida para la gloria suya, “…porque yo honraré a los que me honran, y los que me
desprecian serán tenidos en poco”, 1 S.2:30.
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