El día viernes 26 de Junio el Tribunal Supremo de los
Estados Unidos aprobó el matrimonio gay en sus 50 estados y según esta nueva
disposición los gays tienen todo el derecho de casarse y tener familias. Sin embargo
esto no invalida lo que Dios dice en su palabra, porque por encima del Tribunal
Supremo americano existe el Tribunal Supremo divino. Hay que comprender que
muchas veces los tribunales humanos aprueban leyes que contradicen los
preceptos bíblicos, y éste es uno de esos casos, en que una ley humana
contraviene la voluntad de Dios. Es por eso que los ideólogos y los teólogos de
género que están contentos con esta nueva norma piensan que esto es una
expresión de la voluntad divina y en realidad esto está lejos de toda verdad.
Los actuales teólogos de género confunden a los que desconocen la palabra de
Dios y les hacen creer que Dios refrenda la unión gay. Dice la palabra de Dios
con respecto a los falsos profetas de hoy: “Me dijo entonces Jehová: Falsamente
profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni les hablé;
visión mentirosa, adivinación, vanidad y engaño de su corazón os profetizan” (Jer.
14:14). Si bien es cierto que esto se aplica a los falsos profetas en el tiempo
del profeta Jeremías, en esencia no deja de ser cierto que esto se cumple también
en los actuales teólogos de género que engañan a la gente usando la biblia para
apoyar su inmoral tesis. Dice la palabra de Dios lo siguiente: “Por esto Dios
los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,
dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con
otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí
mismos la retribución debida a su extravío” (Ro.1:26-27). La biblia habla de pasiones
vergonzosas que conllevan a los actos de perversión moral en la relación sexual
entre mujeres, y en la relación sexual entre hombres. En la ley mosaica se
condenaba no sólo la existencia de las rameras sino también de los homosexuales
cuando dice “No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de
entre los hijos de Israel” (Dt. 23:17). Si Dios no permitía estas prácticas
inmorales en ese tiempo ¿lo permitirá ahora? En el N.T. encontraremos que la
mentalidad de Dios no ha cambado, porque sencillamente “Dios no cambia” (Mal.
3:6), y el apóstol Pablo cuando menciona que la ley fue dada para los “transgresores
y desobedientes” menciona que entre ellos se encuentran también los “sodomitas”
(1 Ti.1:8-10). Este término tan erróneamente interpretado por los teólogos de
género hace referencia a los
homosexuales, se menciona en la biblia aproximadamente unas 6 veces y en todas
ella expresa la misma idea. Tras la apostasía de Salomón y la división que se
produjo en Israel, entró a gobernar a la nación de Judá su hijo Roboam, y la biblia
menciona que esta apostasía que no sólo afectó a Salomón sino a toda la nación
produjo el surgimiento de sodomitas, como dice: “Hubo también sodomitas en la
tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que
Jehová había echado delante de los hijos de Israel” (1 R. 14:24). Cuando
ingresó el rey Asa a gobernar trajo una serie de reformas con la idea de hacer
volver el corazón de la nación a Dios y entre ellas estaba el echar a los
sodomitas del país: “Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los
ídolos que sus padres habían hecho” (1 R. 15:12). Lo mismo hizo Josafat en su
tiempo: “Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado
en el tiempo de su padre Asa” (1 R. 22:46). Eliú el joven que habló con
sabiduría, y que no estaba contado entre los amigos de Job, es el único que no
recibió condena por parte de Jehová porque había hablado bien, y él dijo
hablando de los malos que se apartan de Dios: “Fallecerá el alma de ellos en su
juventud, y su vida entre los sodomitas” (Job 36:14). Es claro entonces que
Dios condena estas perversiones morales y nunca las aprobó ni creo que las
apruebe. No nos debe extrañar que el tribunal americano haya aprobado esta ley
en favor de los “gays”, porque ese país lamentablemente está encaminándose
hacia la apostasía, si es que no apostató ya. Y esto mismo lo reconocen varios
líderes cristianos de su propia nación. La voz del pueblo no siempre es la voz
de Dios y los falsos profetas que hoy se disfrazan de juristas y teólogos con
sus refinamientos culturales no son los indicados para danos a conocer la voluntad
de Dios y se atreven a hacerlo; son los “ciegos y guías de ciegos modernos” que
por su culpa se extraviarán moralmente muchos incautos. Recuerda que los
fariseos y saduceos del tiempo de Jesús que conocían profundamente la ley de
Moisés, finalmente negaron a Cristo. Y hoy los intelectuales y teólogos de
género que están cada día más lejos de la verdad de Dios son los que promueven “esta
nueva mentalidad” que apoya la inmoralidad y la corrupción otorgándole visos de
espiritualidad y bondad a creencias paganas que Dios condena. La biblia es
clara y dice: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No
erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los
afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni
los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de
Dios” (1 Co. 6:9-10). Dios sabe dónde terminarán los que contradicen su palabra
y su voluntad, a menos que se arrepientan y cambien sus malsanas actitudes.
¿Así que Estados Unidos aprobó la ley gay en todo el país? No te dé cuidado, en
realidad no expresa la voluntad de Dios dicha norma, por lo menos no del Dios
del cielo y de la biblia, puede ser la voluntad de aquél que sólo viene a “hurtar,
matar y destruir” (Jn. 10:10) y ya sabes quién es. El príncipe de este mundo
gobierna e influye en la gente pensante e intelectual para cumplir con sus
fines nefastos, “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de
los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria
de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Co. 4:4), y para que se pierdan y
se vayan al infierno. Aférrate a la sana doctrina, la palabra de Dios sigue
vigente, dile a Dios que te dé sabiduría y entendimiento para que no creas a
las mentiras del diablo sino que te aferres a la verdad de Cristo, persevera en
sus enseñanzas y haz su voluntad, ríndele tu corazón totalmente a Cristo.
Estamos viviendo los finales tiempos y veremos más de toda esta podredumbre
espiritual que usa la palabra y la tuerce, la tergiversa y le quita su
influencia poderosa que transforma los corazones. Dios tiene una sentencia para
aquellos que la usan con fines egoístas y diabólicos, si los conoces apártate
de ellos y sigue a los que sinceramente aman a Dios y son fieles a sus
enseñanzas, porque tú y yo tenemos que presentarnos algún día ante su presencia
y no lo hagamos avergonzados, sino como Pablo dice: “Procura con diligencia
presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que
usa bien la palabra de verdad” (2 Ti. 2:15).
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