sábado, 20 de septiembre de 2025

ACTIVISMO ESPIRITUAL



ACTIVISMO ESPIRITUAL: EL PELIGRO DE SERVIR SIN INTIMIDAD

Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos." (Oseas 6:6)

En la vida cristiana, servir a Dios es un privilegio y una expresión de amor. Sin embargo, existe un peligro sutil: confundir el servicio con la verdadera comunión. Muchos creyentes, con el deseo de agradar al Señor, llenan sus agendas de actividades, ministerios y compromisos, pensando que cuanto más hagan, más aceptos serán ante Dios. Pero, ¿es esto lo que realmente agrada al Padre?

CUANDO EL SERVICIO REEMPLAZA LA RELACIÓN

Jesús mismo advirtió sobre este peligro en la historia de Marta y María (Lucas 10:38-42). Marta servía diligentemente, pero estaba inquieta y afanada; en cambio, María escogió sentarse a los pies de Jesús para escuchar su palabra. El Señor no reprendió el servicio de Marta, pero sí su desorden de prioridades: "una sola cosa es necesaria".

Dios no busca primero nuestras manos, sino nuestro corazón. El servicio sin comunión se convierte en activismo vacío, en una rutina que puede desgastar el alma y alejarla de la presencia de Dios.

LA MOTIVACIÓN CORRECTA

El apóstol Pablo enseña que podemos hacer grandes obras, incluso dar nuestra vida, pero si no hay amor, de nada sirve (1 Corintios 13:3). Nuestro servicio debe fluir de una relación íntima con el Señor, no de la necesidad de reconocimiento ni de la idea de “ganar puntos” en el cielo.

MANTENIENDO EL EQUILIBRIO

Tiempo en la presencia de Dios: La oración, la lectura de la Palabra y la adoración deben preceder a cualquier ministerio.

Servicio guiado por el Espíritu: No se trata de hacer mucho, sino de hacer lo que Él nos manda.

Descanso espiritual: Jesús invitó a sus discípulos a apartarse para descansar (Marcos 6:31). Servir no significa agotarse.

El Señor se agrada más de un corazón que le ama que de un calendario lleno de actividades. Servir es necesario, pero amarle es esencial. Que nuestro trabajo para Dios sea el fruto de una relación viva con Él, y no un sustituto de ella.

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