martes, 18 de diciembre de 2012

Maestra cristiana da su vida para salvar a 17 niños





Victoria Soto era una maestra cristiana de origen puertorriqueño en el colegio Sandy Hook en Connecticut (Estados Unidos) que logró salvar la vida de 17 niños el día de la masacre perpetrada por Adam Lanza, que dejó como trágico saldo la muerte de 27 personas, entre ellos 20 pequeños.
Soto, de 27 años, reaccionó rápidamente cuando escuchó los disparos en el aula vecina que Lanza había efectuado. Le dijo los 17 niños a los que estaba dando clase que los ruidos eran parte de un juego y que para ganar debían esconderse en los armarios del salón de clase y permanecer en silencio. Los pequeños la obedecieron.
Según diversos medios locales, cuando Lanza ingresó al aula, Victoria le dijo que los niños estaban en clase de gimnasia pero la explicación no convenció al homicida. Él abrió fuego contra uno de los armarios y ella se colocó entre las balas y los niños para protegerlos lo que le costó la vida.
"Abraza a tus seres queridos y diles cuántos los amas porque nunca sabes cuando los volverás a ver otra vez. Hazlo en honor a Vicki", escribió en su cuenta de twitter Carlee Soto el sábado 15 de diciembre, un día después de la masacre.
Un primo de Victoria, Jim Wiltsie, dijo que Victoria "perdió la vida haciendo lo que amaba. Ella amaba a esos niños y su meta en la vida era ser una maestra para moldear a esa jóvenes mentes".
Victoria, graduada en la Eastern Connecticut State University, estaba estudiando para obtener una maestría en educación especial en la Southern Connecticut State University. Soto trabajó durante 5 años en el colegio Sandy Hook.
"Tienen una maestra que estaba más preocupada por sus alumnos que por ella. Eso habla de su carácter, su compromiso y su dedicación", señaló el alcalde John Harkins de Stratford, según informa Associated Press, durante un memorial celebrado el sábado al que asistieron unas 300 personas.
Victoria Soto vivía con sus padres y sus hermanas y asistía a la Lordship Community Church en Stratford. Una de sus amigas, Andrea Crowell, dijo a AP que la maestra "puso primero a sus niños. Ella siempre hablaba de eso. Ella quiso hacer lo mejor por ellos, enseñarles algo nuevo cada día"
MUNDO CRISTIANO

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