viernes, 7 de diciembre de 2012

La corrupción es ‘la mayor amenaza para la humanidad’





La organización Transparency International publicó este miércoles un listado sobre el índice mundial de percepción de la corrupción.
El estudio, que puede ser visto en  www.transparency.org , le da su calificación a los países “basado en la percepción de cuán corrupto es su sector público,” indica la organización Transparency International en su sitio web, que también enfatiza que los gobiernos de cada país deben priorizar la lucha en contra de la corrupción.
Desde el año 1995 que empezó a realizarse este índice, no ha habido grandes variaciones. Los países anglosajones y escandinavos se mantienen a la cabeza de la lucha anticorrupción y Afganistán, Corea del Norte y Somalia se ubican, una vez más, en el extremo inferior de la lista. Entre las principales economías del mundo, Estados Unidos está en el puesto 19, Alemania en el 13, Japón y Reino Unido en lugar 17 y Francia en el 22.
 “Está claro que la corrupción es la mayor amenaza que enfrenta la humanidad. La corrupción destruye vidas y comunidades, y socava a los países e instituciones. Genera odio público que amenaza con desestabilizar sociedades y exacerbar conflictos violentos,” indica la coalición.
La entidad, radicada en Alemania, se ha hecho un nombre por sus estudios y revelaciones sobre cloacas políticas y económicas en todo el mundo. En el informe, que hizo público esta semana, titulado  Money, Politics and Power: Corruption Risks in Europa  (Dinero, política y poder. Peligros de la corrupción en Europa), Transparency se centra en la falta de claridad con que se adoptan decisiones en los países europeos.
 Los países de la Unión Europea más afectados por la crisis económica y financiera han obtenido resultados "decepcionantes" en el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 que realiza la ONG Transparencia Internacional (TI).  Según el nuevo informe, presentado este miércoles, Grecia ha obtenido el peor resultado de toda la Unión Europea con una puntuación de 36 sobre 100, en el puesto 94 de los 174 países de la tabla. El país heleno está por debajo de Bulgaria y Rumania.
Entre los miembros de la Unión Europea,  España se sitúa en el puesto número 13, tras Dinamarca, Finlandia, Suecia, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Francia, Austria, Irlanda y Chipre.  El informe, según TI, muestra el estancamiento de España  aunque haya pasado del puesto 31 que ocupaba en 2011 al 30, ya que el puesto 31 ha desaparecido de la lista al obtener España y Botswana la misma puntuación y compartir la misma posición.
 "Entre los países más azotados por la crisis, como Italia y Grecia, la corrupción en el sector público es un problema principal", declaró a France Presse Corbus de Swardt, portavoz de la ONG. Para la organización, "la lucha contra la corrupción es una de las claves para que Grecia pueda salir de la crisis.
En cuanto a Alemania o Francia, De Swardt considera también que "uno de sus principales problemas es la relación entre la política y los negocios". El informe revela la existencia de grupos de interés y una cultura del secreto. Se muestra especialmente preocupado por la financiación de los partidos en Alemania.
España ha mejorado tres décimas y se ha estancado en el puesto 30 de la listan global, empatada con Botswana con una nota de 6,5 puntos. Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda ocupan el primer lugar como países menos corruptos en una clasificación de 176 Estados, mientras que Somalia, Afganistán y Corea del Norte se sitúan a la cola.

 En rueda de prensa este miércoles en Madrid, Antonio Garrigues-Walker, miembro del comité ejecutivo de TI, ha recordado que en los últimos 18 años España ha ido bajando del puesto 21 al 30 y ha advertido de que es uno de los pocos países europeos que todavía no cuenta con una ley de transparencia en vigor.
"La transparencia es una obligación absoluta de las instituciones y un derecho absoluto de la ciudadanía", ha señalado el abogado, quien ha lamentado también que España cuente con una sociedad civil "débil y dependiente". En su opinión, la corrupción es "una auténtica leucemia" del sistema económico y la transparencia es el instrumento para combatirla.
 El director general de la Fundación Ortega-Marañón, Jesús Sánchez Lambás, ha denunciado también las carencias de España en materia de transparencia y, como ejemplo, ha considerado incomprensible que el Congreso vaya a hacer públicos los viajes de sus diputados, pero sin detallar su coste. "Hasta los secretos de Estado terminan siendo conocidos en el sistema democrático. El no conocerlo enturbia y eso genera corrupción", ha señalado.
Sánchez Lambás ha considerado además "verdaderamente alarmante" que la percepción de la corrupción se haya intensificado en todo el mundo en una situación de crisis económica universal. Ha destacado asimismo el "fracaso" de la primavera árabe, que no ha tenido un reflejo en la percepción que tienen los ciudadanos del Norte de África de la corrupción en sus respectivos países.
Por su parte, Manuel Villoria, miembro del consejo de dirección de TI y catedrático de Ciencia Política, ha advertido de que una percepción alta de la corrupción en un país incentiva la corrupción, ya que el ciudadano cree que, si todo el mundo es corrupto, él también puede serlo sin mayores consecuencias.  Para Villoria, el problema de la falta de transparencia en España es "casi cultural" y es imprescindible mejorar la formación de funcionarios y políticos.
La Tierra tarda 18 meses en regenerar los recursos que consumimos en un año UN AÑO NEGRO EN EUROPA
 Ya a primeros de año un Eurobarómetro revelaba que tres de cada cuatro europeos consideran que la corrupción es un grave problema en su país y cómo la mitad de ellos considera que la corrupción no ha hecho sino ir a más en los pasados tres años. La inmensa mayoría de los europeos estima que sea cual sea el nivel político institucional (local, regional o nacional) está minado por la corrupción y que políticos y responsables de los concursos públicos enseñorean a placer ese patio de Monipodio, que solo en la faceta de concurso públicos mueve del orden de 1,8 billones de euros anuales a escala comunitaria.
En el año 2011 hubo destacados juicios sobre corrupción en Francia e Italia y escándalos que sacudieron a las opiniones públicas en el Reino Unido (gastos privados de parlamentarios cargados como públicos), Noruega (fraudes en pensiones), República Checa y Rumania (clientelismo puro y duro) y Bulgaria, Finlandia y Eslovenia (conflictos de intereses).
 La corrupción y sensación de corrupción en los poderes públicos que desespera a los españoles tiene a dos de cada tres convencidos de que España es el país más corrupto de Europa y al 81% pensando que los partidos políticos son corruptos o muy corruptos.
Otros tienen una opinión parecida de sí mismos (el 65% de los italianos otorgan a su país la medalla de oro en corrupción, con idéntico criterio que los españoles sobre sus partidos).
 A todos da la razón Transparency International (TI), la entidad sin ánimo de lucro volcada en la lucha contra la corrupción, que en su último informe destaca que España, junto a sus primos de Grecia, Italia y Portugal, adolece de una grave carencia de responsabilidad de los poderes públicos y una ineficacia, negligencia y corrupción tan enraizadas como faltas de control o sanción. “Ya no se pueden pasar por alto los vínculos entre corrupción y las crisis financiera y presupuestaria en estos países”, señala Transparency.
 Hace unos días, el Pew Research Center, un centro de estudios de Estados Unidos, revelaba que italianos (65%), españoles (63%) y griegos (52%) se tienen a sí mismos por los más corruptos de Europa.
La corrupción y los indicios racionales de corrupción llevan años campando por sus respetos en España, sin ahorrar poderes e instituciones.  El 80,8% de los españoles tiene para sí que los partidos políticos son corruptos o extremadamente corruptos, según TI. El mismo porcentaje que en Italia, superados ambos ligeramente por la frustración de rumanos y por mucho por los afligidos griegos (87,9%).
 LA CLAVE: PRÁCTICAS LEGALES PERO NO ÉTICAS
 Dice Transparency, refiriéndose a los países del sur de Europa, que en ellos “la corrupción consiste con frecuencia en prácticas legales pero no éticas” fruto de la opacidad en las reglas que rigen a los grupos de presión, el tráfico de influencias o la permeabilidad entre los sectores público y privado.
 El informe subraya que la financiación de los partidos políticos no está debidamente regulada en Europa, pese a ser un área de alto riesgo de corrupción, y que los códigos de buena conducta de que se han dotado algunos parlamentos (no todos) están llenos de agujeros. Quienes hacen la ley hacen la trampa, viene a decir Transparency que en el suculento negocio de los contratos públicos constata que las legislaciones nacionales se ajustan a las directivas de la UE “aunque es un secreto a voces que en muchos países estas normas con sistemáticamente burladas y que eso se hace con impunidad”.
“Hay demasiados Gobiernos que escabullen su responsabilidad en la gestión de las finanzas públicas y de los concursos públicos”, indica TI. “Peor incluso,  sólo dos países [Noruega y Reino Unido] protegen adecuadamente de represalias a quienes deciden denunciar presuntos delitos o conductas no éticas”.
 LOS INDIGNADOS
 Transparency hace notar cómo la frustración popular con la gestión de la cosa pública lanzó en 2011 a millares de jóvenes a las calles “indignados (…) por la incompetencia y la corrupción de los políticos” en España, Grecia, Italia y Portugal.
“Las administraciones públicas de estos países carecían del marco legislativo para responder de sus actos y de mecanismos de integridad y de modos para su puesta en práctica efectiva”, apunta TI.  “España, Grecia y Portugal son casos claros de cómo la ineficacia, los abusos y la corrupción no están suficientemente controlados o sancionados”.
 EL RESTO DEL MUNDO
 Venezuela se ubicó entre los diez países más corruptos del mundo, de acuerdo con esa lista, ocupando la posición 165 en el listado de 176 países, superando por un punto a Irak y empatando con Haití, Chad y Burundi.
Otros países latinoamericanos en los que se perciben altos niveles de corrupción según el estudio, son Paraguay, Honduras y Nicaragua, mientras que los países con el mejor puntaje de América Latina fueron Chile y Uruguay, ambos en la posición 20 del listado mundial, superados por un punto por Estados Unidos y por tres puntos por el Reino Unido, que ocuparon las posiciones 19 y 17 respectivamente.
Estados Unidos mejoró su posición con relación al año pasado, cuando el país se ubicó en la posición 24 entre 183 países.

 A nivel mundial los países con la mayor percepción de corrupción fueron Somalia, Corea del Norte y Afganistán, empatados en la posición 174, mientras que los países que ocuparon el primer lugar y que según el listado son los países menos corruptos fueron Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelandia.
En el Hemisferio Occidental, Canadá ocupó la novena posición, elevándose como el país menos corrupto del continente y seguido por Barbados, que ocupó el puesto número 15 en el listado.

Fuentes: El País

Editado por: Protestante Digital 2012

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