La organización Transparency International publicó este
miércoles un listado sobre el índice mundial de percepción de la corrupción.
El estudio, que puede ser visto en www.transparency.org , le da su calificación
a los países “basado en la percepción de cuán corrupto es su sector público,”
indica la organización Transparency International en su sitio web, que también
enfatiza que los gobiernos de cada país deben priorizar la lucha en contra de
la corrupción.
Desde el año 1995 que empezó a realizarse este índice, no ha
habido grandes variaciones. Los países anglosajones y escandinavos se mantienen
a la cabeza de la lucha anticorrupción y Afganistán, Corea del Norte y Somalia
se ubican, una vez más, en el extremo inferior de la lista. Entre las
principales economías del mundo, Estados Unidos está en el puesto 19, Alemania
en el 13, Japón y Reino Unido en lugar 17 y Francia en el 22.
“Está claro que la
corrupción es la mayor amenaza que enfrenta la humanidad. La corrupción
destruye vidas y comunidades, y socava a los países e instituciones. Genera
odio público que amenaza con desestabilizar sociedades y exacerbar conflictos
violentos,” indica la coalición.
La entidad, radicada en Alemania, se ha hecho un nombre por
sus estudios y revelaciones sobre cloacas políticas y económicas en todo el
mundo. En el informe, que hizo público esta semana, titulado Money, Politics and Power: Corruption Risks
in Europa (Dinero, política y poder.
Peligros de la corrupción en Europa), Transparency se centra en la falta de
claridad con que se adoptan decisiones en los países europeos.
Los países de la Unión Europea más
afectados por la crisis económica y financiera han obtenido resultados
"decepcionantes" en el Índice de Percepción de la Corrupción 2012 que
realiza la ONG
Transparencia Internacional (TI). Según el nuevo informe, presentado este
miércoles, Grecia ha obtenido el peor resultado de toda la Unión Europea con
una puntuación de 36 sobre 100, en el puesto 94 de los 174 países de la tabla.
El país heleno está por debajo de Bulgaria y Rumania.
Entre los miembros de la Unión Europea, España se sitúa en el puesto número 13, tras
Dinamarca, Finlandia, Suecia, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Bélgica, Reino
Unido, Francia, Austria, Irlanda y Chipre.
El informe, según TI, muestra el estancamiento de España aunque haya pasado del puesto 31 que ocupaba
en 2011 al 30, ya que el puesto 31
ha desaparecido de la lista al obtener España y Botswana
la misma puntuación y compartir la misma posición.
"Entre los
países más azotados por la crisis, como Italia y Grecia, la corrupción en el
sector público es un problema principal", declaró a France Presse Corbus
de Swardt, portavoz de la
ONG. Para la organización, "la lucha contra la
corrupción es una de las claves para que Grecia pueda salir de la crisis.
En cuanto a Alemania o Francia, De Swardt considera también
que "uno de sus principales problemas es la relación entre la política y
los negocios". El informe revela la existencia de grupos de interés y una
cultura del secreto. Se muestra especialmente preocupado por la financiación de
los partidos en Alemania.
España ha mejorado tres décimas y se ha estancado en el
puesto 30 de la listan global, empatada con Botswana con una nota de 6,5
puntos. Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda ocupan el primer lugar como países
menos corruptos en una clasificación de 176 Estados, mientras que Somalia,
Afganistán y Corea del Norte se sitúan a la cola.
En rueda de prensa
este miércoles en Madrid, Antonio Garrigues-Walker, miembro del comité ejecutivo
de TI, ha recordado que en los últimos 18 años España ha ido bajando del puesto
21 al 30 y ha advertido de que es uno de los pocos países europeos que todavía
no cuenta con una ley de transparencia en vigor.
"La transparencia es una obligación absoluta de las
instituciones y un derecho absoluto de la ciudadanía", ha señalado el
abogado, quien ha lamentado también que España cuente con una sociedad civil
"débil y dependiente". En su opinión, la corrupción es "una
auténtica leucemia" del sistema económico y la transparencia es el
instrumento para combatirla.
El director general
de la
Fundación Ortega-Marañón, Jesús Sánchez Lambás, ha denunciado
también las carencias de España en materia de transparencia y, como ejemplo, ha
considerado incomprensible que el Congreso vaya a hacer públicos los viajes de
sus diputados, pero sin detallar su coste. "Hasta los secretos de Estado
terminan siendo conocidos en el sistema democrático. El no conocerlo enturbia y
eso genera corrupción", ha señalado.
Sánchez Lambás ha considerado además "verdaderamente
alarmante" que la percepción de la corrupción se haya intensificado en
todo el mundo en una situación de crisis económica universal. Ha destacado
asimismo el "fracaso" de la primavera árabe, que no ha tenido un
reflejo en la percepción que tienen los ciudadanos del Norte de África de la
corrupción en sus respectivos países.
Por su parte, Manuel Villoria, miembro del consejo de
dirección de TI y catedrático de Ciencia Política, ha advertido de que una percepción
alta de la corrupción en un país incentiva la corrupción, ya que el ciudadano
cree que, si todo el mundo es corrupto, él también puede serlo sin mayores
consecuencias. Para Villoria, el
problema de la falta de transparencia en España es "casi cultural" y
es imprescindible mejorar la formación de funcionarios y políticos.
La Tierra
tarda 18 meses en regenerar los recursos que consumimos en un año UN AÑO NEGRO
EN EUROPA
Ya a primeros de año
un Eurobarómetro revelaba que tres de cada cuatro europeos consideran que la
corrupción es un grave problema en su país y cómo la mitad de ellos considera
que la corrupción no ha hecho sino ir a más en los pasados tres años. La
inmensa mayoría de los europeos estima que sea cual sea el nivel político
institucional (local, regional o nacional) está minado por la corrupción y que
políticos y responsables de los concursos públicos enseñorean a placer ese
patio de Monipodio, que solo en la faceta de concurso públicos mueve del orden
de 1,8 billones de euros anuales a escala comunitaria.
En el año 2011 hubo destacados juicios sobre corrupción en
Francia e Italia y escándalos que sacudieron a las opiniones públicas en el
Reino Unido (gastos privados de parlamentarios cargados como públicos), Noruega
(fraudes en pensiones), República Checa y Rumania (clientelismo puro y duro) y
Bulgaria, Finlandia y Eslovenia (conflictos de intereses).
La corrupción y
sensación de corrupción en los poderes públicos que desespera a los españoles
tiene a dos de cada tres convencidos de que España es el país más corrupto de
Europa y al 81% pensando que los partidos políticos son corruptos o muy
corruptos.
Otros tienen una opinión parecida de sí mismos (el 65% de
los italianos otorgan a su país la medalla de oro en corrupción, con idéntico
criterio que los españoles sobre sus partidos).
A todos da la razón
Transparency International (TI), la entidad sin ánimo de lucro volcada en la
lucha contra la corrupción, que en su último informe destaca que España, junto
a sus primos de Grecia, Italia y Portugal, adolece de una grave carencia de
responsabilidad de los poderes públicos y una ineficacia, negligencia y
corrupción tan enraizadas como faltas de control o sanción. “Ya no se pueden
pasar por alto los vínculos entre corrupción y las crisis financiera y
presupuestaria en estos países”, señala Transparency.
Hace unos días, el
Pew Research Center, un centro de estudios de Estados Unidos, revelaba que
italianos (65%), españoles (63%) y griegos (52%) se tienen a sí mismos por los
más corruptos de Europa.
La corrupción y los indicios racionales de corrupción llevan
años campando por sus respetos en España, sin ahorrar poderes e
instituciones. El 80,8% de los españoles
tiene para sí que los partidos políticos son corruptos o extremadamente corruptos,
según TI. El mismo porcentaje que en Italia, superados ambos ligeramente por la
frustración de rumanos y por mucho por los afligidos griegos (87,9%).
LA CLAVE: PRÁCTICAS LEGALES
PERO NO ÉTICAS
Dice Transparency,
refiriéndose a los países del sur de Europa, que en ellos “la corrupción
consiste con frecuencia en prácticas legales pero no éticas” fruto de la
opacidad en las reglas que rigen a los grupos de presión, el tráfico de
influencias o la permeabilidad entre los sectores público y privado.
El informe subraya
que la financiación de los partidos políticos no está debidamente regulada en
Europa, pese a ser un área de alto riesgo de corrupción, y que los códigos de
buena conducta de que se han dotado algunos parlamentos (no todos) están llenos
de agujeros. Quienes hacen la ley hacen la trampa, viene a decir Transparency
que en el suculento negocio de los contratos públicos constata que las
legislaciones nacionales se ajustan a las directivas de la UE “aunque es un secreto a
voces que en muchos países estas normas con sistemáticamente burladas y que eso
se hace con impunidad”.
“Hay demasiados Gobiernos que escabullen su responsabilidad
en la gestión de las finanzas públicas y de los concursos públicos”, indica TI.
“Peor incluso, sólo dos países [Noruega
y Reino Unido] protegen adecuadamente de represalias a quienes deciden
denunciar presuntos delitos o conductas no éticas”.
LOS INDIGNADOS
Transparency hace
notar cómo la frustración popular con la gestión de la cosa pública lanzó en 2011 a millares de jóvenes a
las calles “indignados (…) por la incompetencia y la corrupción de los
políticos” en España, Grecia, Italia y Portugal.
“Las administraciones públicas de estos países carecían del
marco legislativo para responder de sus actos y de mecanismos de integridad y
de modos para su puesta en práctica efectiva”, apunta TI. “España, Grecia y Portugal son casos claros
de cómo la ineficacia, los abusos y la corrupción no están suficientemente
controlados o sancionados”.
EL RESTO DEL MUNDO
Venezuela se ubicó
entre los diez países más corruptos del mundo, de acuerdo con esa lista,
ocupando la posición 165 en el listado de 176 países, superando por un punto a Irak
y empatando con Haití, Chad y Burundi.
Otros países latinoamericanos en los que se perciben altos
niveles de corrupción según el estudio, son Paraguay, Honduras y Nicaragua,
mientras que los países con el mejor puntaje de América Latina fueron Chile y
Uruguay, ambos en la posición 20 del listado mundial, superados por un punto
por Estados Unidos y por tres puntos por el Reino Unido, que ocuparon las
posiciones 19 y 17 respectivamente.
Estados Unidos mejoró su posición con relación al año
pasado, cuando el país se ubicó en la posición 24 entre 183 países.
A nivel mundial los
países con la mayor percepción de corrupción fueron Somalia, Corea del Norte y
Afganistán, empatados en la posición 174, mientras que los países que ocuparon
el primer lugar y que según el listado son los países menos corruptos fueron
Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelandia.
En el Hemisferio Occidental, Canadá ocupó la novena
posición, elevándose como el país menos corrupto del continente y seguido por Barbados,
que ocupó el puesto número 15 en el listado.
Fuentes: El País
Editado por: Protestante Digital 2012
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