viernes, 16 de noviembre de 2012
En 2020 142 millones de niñas cambiarán juguetes por marido, a veces de 60 años
Lo cierto es que cada año, millones de niñas siguen sufriendo las consecuencias de un matrimonio precoz. Algunas de ellas son tan jóvenes que durante la boda sostienen juguetes entre sus manos. En estas circunstancias, se espera que se conviertan en madres en sus primeros años de adolescencia, cuando ellas mismas todavía siguen siendo niñas.
"Para el año 2020, 142 millones de niñas inocentes en todo el mundo serán separadas de sus familias, privadas de una educación y puestas en peligro debido al matrimonio de menores", afirma Ban Ki-Moon, secretario general de las Naciones Unidas.
UNA PRÁCTICA MUY ARRAIGADA
Según información de la plataforma www.tooyoungtowed.org , las familias sufren una gran presión social por seguir estas prácticas en las comunidades en las que el matrimonio precoz está muy extendido por la sociedad.
Por ejemplo, en algunos pueblos afganos, se considera una deshonra si las hijas de la familia tienen citas con chicos y en la mayoría de comunidades pobres, a las niñas se las ve como una boca más a la que deben alimentar, por lo que “conviene” de algún modo, que se marchen pronto de casa (el precio suele ser mayor cuanto más joven es la niña).
En Amhara, una región de Etiopía, creen que la menstruación es provocada por las relaciones sexuales, por lo que las familias deciden casar a sus hijas antes de que entren en la pubertad.
En definitiva, la práctica de los matrimonios con niños está basada en costumbres muy arraigadas en la sociedad, que muchas veces se justifican con argumentos religiosos.
CONSECUENCIAS DEL MATRIMONIO PRECOZ
Las familias de estas niñas creen que casando a sus hijas tan jóvenes, las están protegiendo, pero nada más lejos de la realidad. La mayoría son casadas con hombres mucho mayores que ellas, algunos incluso de 60 años, y suelen conocerlos por primera vez en la ceremonia de la boda.
Muchas son forzadas a mantener relaciones sexuales y se convierten en pocos días en mujeres adultas a la fuerza, lo que conlleva un fuerte impacto psicológico en las niñas.
Además, en la mayoría de los casos, se exponen al virus del SIDA y otro tipo de infecciones, además de sufrir graves peligros por quedarse embarazadas demasiadas jóvenes.
Por otra parte, se las priva del derecho a una educación, ya que cuando las niñas se casan dejan de asistir a la escuela. Con esta tradición lo único que se consigue es que estas sociedades no avancen y sigan manteniéndose sumidas en la pobreza.
DEMASIADO JÓVENES PARA SER MADRES
En cuanto las niñas son entregadas a sus maridos, son forzadas a mantener relaciones sexuales frecuentemente, siempre que el hombre lo desee. En estas sociedades, la fertilidad es de gran importancia, por lo que se espera que la mujer tenga hijos lo más pronto posible.
Son tan jóvenes cuando se casan, que la mayoría de ellas no tienen ningún tipo de conocimiento o información sobre sexo, embarazo o cómo hacer cuando nazca su bebé.
“No sé como se hacen los niños, pero te quedas embarazada y lo llevas en tu estómago. Después lo liberan y el bebé sale” explica Tehani, una joven que fue obligada a casarse a los 6 años de edad.
Tampoco tienen información sobre métodos anticonceptivos: Sólo el 22% de las chicas utilizan preservativo, siendo del 15% en los países del sur de Asia y el África subsahariana.
Debido a la falta de información, la juventud de las niñas y la falta de higiene, muchas de ellas mueren durante el parto entre los 15 y 19 años.
Muchas de ellas sufren lo que se conoce como “fístula obstétrica”, que se produce como consecuencia de un parto que no recibe el tratamiento adecuado y porque el cuerpo de la niña todavía no está lo suficientemente preparado para dar a luz. Una de las consecuencias de esto es que la mujer comienza a tener pérdidas constantes de orina, lo que provoca un fuerte rechazo en el marido. Muchas de las jóvenes que sufren esta enfermedad, son abandonadas por sus esposos, que consideran esta enfermedad consecuencia de un castigo divino.
REPERCUSIONES PSICOLÓGICAS
Cuando las niñas son obligadas a casarse, se sienten aterrorizadas y avergonzadas. Desde que sus familias las venden a hombres que muchas veces, doblan su edad, hasta que llegan a las casas de sus esposos, son tratadas como una simple moneda de cambio y sometidas a tradiciones ancestrales que aumentan, si cabe, más aun el sentimiento de inseguridad e impotencia en las niñas.
Una de estas prácticas es la mutilación genital, que continúa siendo algo normal en muchas sociedades hoy en día.
A la mayoría de las niñas se las realiza esta práctica antes del casamiento, siendo un proceso muy doloroso y que además, provoca terribles consecuencias para la salud. Una de estas consecuencias es que provoca dificultades durante el parto, poniendo en peligro no sólo a la madre, sino también al niño.
Desde el inicio del proceso del enlace, la niña se convierte en un ser indefenso, sin derechos. Si el marido, resulta ser violento, en la mayoría de los casos, la niña se ve en una situación sin salida, no teniendo más opción que sufrir y aguantar las circunstancias.
NUEVOS DATOS
Según informes de Unicef, el 36% de las mujeres en todo el mundo de edades comprendidas entre los 20-24 años, fueron casadas antes de llegar a los 18 años.
Estos mismos informes estiman que 14 millones de adolescentes entre los 15 y los 19 años dan a luz cada año. Esto supone que estas niñas tengan un alto riesgo de morir durante el embarazo o durante el parto.
CÓMO ACABAR CON EL MATRIMONIO DE NIÑOS
Según Unicef, los gobiernos de las sociedades en las que se practica el matrimonio entre niños debería establecer los 18 años como la edad legal para casarse, y sobre todo, asegurarse de que esto se cumple, ya que a pesar de que en muchos poblados existe esta ley, las ceremonias se dan en secreto, y los gobiernos no se esfuerzan por hacer cumplir tal norma. Para ello, Unicef hace mención sobre la importancia de tener un registro legal de cada nacimiento y cada matrimonio.
“Terminar con el matrimonio precoz es complicado porque incluso a los padres les cuesta entender que lo que hacen tiene una grave repercusión negativa, debido a sus dificultades económicas y a las fuertes presiones sociales y tradiciones”, explica Unicef.
Esta ONG, sabe que las niñas que han podido acabar la escuela no suelen casarse a edades tan tempranas, y por ello está llevando acabo un programa que promueve la educación entre las niñas en países como Bangladesh.
El objetivo principal de esta campaña es que para el año 2015, todos los niños en todos los países del mundo puedan completar por lo menos, la educación primaria en el colegio.
Kishori Abhijan, es un proyecto que se da en Bangladesh, una de las zonas más afectadas por este problema, y también es apoyado por la ONG de Unicef. Se encarga de fomentar los derechos de las chicas adolescentes y lucha por defender a las niñas del matrimonio precoz y las dotes. Esta iniciativa ofrece educación, entrenamiento y contactos para que las chicas puedan incorporarse al mundo laboral.
Fotos: Stepanie Sinclair
Autores: Vanesa Moreno
Editado por: Protestante Digital 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Los santos hombres de Dios no están enclaustrados en monasterios, lejos del contacto de la gente. Están en las calles, están viendo las n...
-
El conflicto entre israelitas y árabes tiene raíces históricas, políticas y culturales muy profundas. Aunque hay varios aspectos com...
-
Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Sal. 37:25. Este texto nos presenta una...
No hay comentarios:
Publicar un comentario