Según las cifras de Operación Rescate, una organización pro
vida que lucha contra la industria detrás del aborto, este año ya han cerrado
42 clínicas en Estados Unidos. La cifra supera con creces las 25 que cerraron
el año pasado y las 30 del año 2011, lo que desde la entidad se interpreta como
un patrón de continuidad.
Algunos de los centros en los que se practicaban abortos eran
los principales de sus ciudades. Por ejemplo, la clínica que registraba más
abortos en Virginia cerró el pasado mes de julio, según informó el Washington
Post. La causa del cierre fue el aumento de control estatal y local que en la
clínica no se cumplían. En este centro se habían registrado 3.066 abortos en
2012 y 3.567 en 2011.
EXIGENCIAS LEGALES Y PRESIÓN SOCIAL
Entre las razones de este repunte en el cierre de clínicas
son varias. Desde Operación Rescate se señala, por una parte, al aumento de la
regulación estatal y la supervisión de las clínicas; pero también a un
crecimiento en la actividad pro vida de diversas organizaciones, que han
llevado a una disminución de la tasa del aborto.
Las legislaturas estatales promulgaron 69 leyes pro vida
este año, según un informe publicado el jueves por Americans United for Life.
La acción legislativa de este año continuó la tendencia reciente en el país: 70
“medidas de afirmación de la vida” se convirtieron en ley en 2011 y 38 en 2012,
de acuerdo con AUL .
Algunas medidas enfatizan la seguridad y la vigilancia en
los procedimientos en las clínicas, de forma que sean más seguras para las
mujeres. Estas medidas de vigilancia han hecho que muchas clínicas hayan tenido
que cerrar.
Este año, estados como Alabama, Carolina del Norte y Texas
aprobaron leyes variadas para exigir que las clínicas que realizan abortos
satisfagan los mismos estándares de seguridad y salud que se pide para
cualquier centros donde se practiquen cirugías.
Para Abby Johnson, defensora pro vida, el cierre de clínicas
muestra que la estrategia está teniendo éxito. “Saber que la primera clínica de
aborto que conocí ha cerrado es la victoria más importante de mi vida
personal”, dijo Johnson en un comunicado tras el anuncio del cierre.
Johnson estuvo en el pasado a cargo de un centro de
planificación familiar en el que se realizaban abortos. Pero su vida dio un
giro total, para convertirse desde hace algunos años en una fuerte activista a
favor de la vida. Por ello ha iniciado un ministerio para ayudar a otros
trabajadores a salir de la industria del aborto, luchando a la vez por el
cierre de las clínicas.
Fuentes: Baptist Press, Christianity Today
Editado por: Protestante Digital 2013
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