domingo, 25 de diciembre de 2011

LA NAVIDAD: PARECE UNA GUERRA

Despuès que dieron las doce empezó a escucharse en las calles los cohetes, cohetecillos, silbadores y demàs pirotècnicos y luego empezamos a abrazarnos toda la familia. Mis sobrinos subieron al techo de la casa y reventaron su sarta de cohetecillos y demàs juegos artificiales con alegrìa. Bueno, a pesar de todas las recomendaciones y prohibiciones de usarlos, pues la gente no puede asimilar la navidad sin la explosiòn de estos juegos, aunque después tengan que pagar el precio de esto con alguna desgracia. De pronto me parecìa que estaba en una situación bèlica con las explosiones que ensordecían y atormentaban a los perros. El cielo estaba iluminado de los destellos multicolores que le daban un panorama pintoresco; el humo se respiraba por doquier y tenìa la sensación de cubrirme la cabeza porque parecìa que algùn silbador me alcanzarìa. Dejè a mis sobrinos en la azotea jugando, y de pronto, mientras bajaba las escaleras recordaba que cuando niño tambièn hacìa estas cosas, y ¡con què emociòn compraba mis rasacapiès, bombitas apestosas y luces artificiales! Los juegos de antes en comparación con los de ahora no son nada. Le digo a mi cuñado: “Sabes, parece una guerra lo que està pasando en la calle”, y se sonrìe. La navidad de ahora deberìa ser diferente, y no nos cansamos de decirlo. Aunque la biblia no nos dice que debemos celebrar el nacimiento de Cristo, sì en cambio nos dice que debemos celebrar su muerte. Pero ¿quièn celebra la muerte de Cristo con juegos artificiales? Mas bien la semana santa parece un velorio, sin embargo, la muerte de Cristo es el clìmax de la obra de redenciòn, pues Cristo vino para eso, para morir por nuestros pecados y ofrecernos la salvaciòn por medio de la fe en El. Hoy la navidad se ha trivializado con el fuerte ènfasis mercantilista que tiene. El personaje màs popular de la navidad es Papa Noel, el arbolito de navidad, el pavo y el paneteón. Y claro, los juguetes que no faltan, si es que hay niños, o ropa en caso de los adultos. Sin todo esto, es difícil concebir la navidad, y la navidad no es nada de esto. Sòlo espero que el mensaje de Cristo se siga difundiendo por el mundo, como creo que lo està haciendo y Dios nos ilumine para entender el verdadero significado de la navidad. Porque si esto no sucede entonces veremos siempre màs de lo mismo y la navidad como la gran oportunidad para que los negocios lucren màs, el consumismo aumente màs, el dinero se gaste màs, y en lo que menos nos ocupemos sea en nuestra salvaciòn y bienestar espiritual. WALTER DELGADO

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EL FIEL AMOR DE DIOS NO CAMBIA