lunes, 7 de mayo de 2012
EL QUE NO TIENE PADRINO NO SE BAUTIZA
Conversè con un amigo pastor que se encuentra sin ministerio y me dijo que està asì porque en su denominación hay argollas y necesita de un padrino para que “pueda ser bautizado”, dàndome a entender que tiene que “amarrarse” con uno de los miembros de la directiva para que se le pueda asignar una iglesia donde trabajar. Bueno esto lo veo escuchando desde hace mucho tiempo. Entiendo que en el àmbito secular existe esto, incluso al actual presidente Ollanta Humala, tambièn se le ha cuestionado por nepotismo, estar metiendo familiares en ciertos cargos importantes del Estado, y no sòlo familiares sino tambièn amigos y allegados que han ayudado al candidato para lograr el objetivo de llegar al puesto deseado.
Sin embargo, en la iglesia que exista este tipo de situación se le conoce con el nombre de SIMONIA, muy aplicable a la iglesia de Roma en el tiempo del medioevo. En el cristianismo significa, la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, reliquias, promesas de oración, la gracia, la jurisdicción eclesiástica, la excomunión, etc. Y creo que la simonìa existe tambièn en las denominaciones evangèlicas actuales, algunos lìderes de ellas tienen sus “candidatos preferidos”, para ubicarlos en lugares que ellos consideran estratègicos. Parece que se perdiò el sentido del mèrito y del tiempo de servicio, ahora existen elementos del compadrazgo y la argolla para poder acceder a algùn cargo eclesiàstico. Sin embargo, quiero seguir creyendo que Dios ubica a los pastores en las diferentes congregaciones, y pienso que es asì, pero sucede que los “dueños de las denominaciones”, felizmente no del Reino de Dios, hacen lo que no deberìan hacer. Entiendo que esto es tan sutil que pasa imperceptiblemente y que probablemente hasta los mismos lìderes no se dan cuenta de ello, lo terrible serìa que lo sepan y no les importe nada. Jesùs, para escoger a sus doce discìpulos se pasò toda una noche en vigilia y oraciòn, no sè si ese mismo criterio se usa ahora, le aseguro que en muchos casos no se hace, y la simonìa se abre paso al respecto.
La biblia dice que “al que mucho se le da, mucho se le demandarà”; si estos señores que detentan el poder hacen las cosas a su antojo para ubicar a sus “preferidos”, en menosprecio de otros, no guiados tanto por el Espìritu sino por un sentido de amistad y simpatìa, eso se verà reflejado en los magros resultados que resulten de sus ministerios, pero si son guiados por el Espìritu Santo, pues Dios demostrarà que no se equivocaron en la elecciòn. Sòlo espero que si esa malsana influencia de Simòn el mago, que quiso comprar el poder del Espìritu Santo con dinero persiste en la actitud de los lìderes que eligen antojadizamente a sus candidatos para servir en las iglesias, no quisiera estar en sus zapatos, prefiero estar en la penumbra con Dios, que en el estrado de la gloria, aplaudido por todos, pero desligado totalmente de El.
WALTER DELGADO
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